In Extenso (PANA BOLIVIA) La Paz.- Pasa desapercibida la última caseta de tránsito en la calle Mariscal Santa Cruz y fue conservada durante años y es un recuerdo histórico invaluable para los paceños que en su momento era una disciplina urbana que la respetaban los choferes del transporte público como particulares.
Denominada como “Las Loreras”, daban esa imagen en su tiempo, ya que las cabinas estaban elevadas y eran blancas con franjas negras y, desde donde los agentes del tráfico de vehículos, dirigían con una varita en la mano y con su traje color verde.
La última Lorera, garita o caseta de tránsito de la ciudad de La Paz sigue en pie y se ha convertido entre los efectivos de tránsito en un verdadero monumento histórico e ícono de su actividad diaria, la misma se encuentra mantenida, preservada y está ubicada en pleno centro de la ciudad.
Se trata de las primeras “casetas” de tránsito que por los años ´40 eran de madera. Inicialmente no tenían semáforos, sin embargo, ya los por años ´60 se cambiaron por Las Garitas o “Loreras” como popularmente de las conocía. Estas ya contaban con semáforos, recuerda el Suboficial Hugo Magin Helguero Trujillo, quien se encargó de preservar la última garita de la ciudad y que virtualmente refleja una parte de la historia del Batallón de Tránsito paceño.
EN LAS ESQUINAS
Admite que en esos tiempos no trabajó, pero que vio de niño en las calles de la labor que realizaban antes los efectivos de tránsito con estas garitas muy visibles en las esquinas de la ciudad de La Paz y que eran los encargados de dirigir el tránsito vehicular y peatonal.
“Trabajé cuando ya no había las garitas, pero si los hice cuando los controles de los semáforos estaban en los postes de las esquinas, cuando la manivelas se gastaban y había que cambiarlas manualmente. Nosotros hacíamos el mantenimiento”
La ventaja de estas garitas o casetas si prefiere, es que se tenía una gran visión del tráfico vehicular, ya que las mismas estaban elevadas e incluso el agente de tránsito no podía moverse ni siquiera para sacar boletas de infracción, simplemente anotaba la placa y le llegaba al conductor la sanción tarde o temprano.
TRAFICO ECLOSIONADO
Relata que Las Casetas ya no se pueden utilizar ahora, porque ha crecido el parque automotor, es complicado, recuerdo que cuando aparecieron los primeros sindicatos de colectiveros eran muy respetuosos los choferes, los mismos peatones, cumplían con las normas. Ahora ya no es así, los choferes perjudican al tráfico, pese a que el semáforo esta en verde no quieren pasar, hay que arrearlos, y eso hacen por cargar pasajeros en las esquinas.
EN LA ZONA SUR
Por los años 2000 se hicieron algunas garitas para la zona sur, pero que eran de lata y de a poco desaparecieron “creo que hay una que otra, sería buena rescatarlas”, es bueno que esta historia la conozcan las siguientes generaciones de jóvenes y respeten las normas de tránsito.
LAS GARITAS
Las Garitas son de fierro, con la finalidad de evitar que estas sean destruidas, además que estas estaban en la intemperie y expuestas a las manifestaciones o protestas públicas, algunas fueron apedreadas y destruidas en su momento.
“Las primeras casetas eran de madera y se llamaban cubículos y estaban plantados a un metro del piso al igual que las garitas”, cuenta Helguero y añade que la única garita que existe y representa a la rica historia del Batallón de Tránsito, ubicada actualmente al frente de la institución, en plena Avenida Mariscal Santa Cruz.
Los semáforos en ese tiempo tenían dos ubicaciones, la primera encima de la garita (sombrilla) y la otra sostenida con un alambre colgado en medio de la calle o avenida, pero con un control manual que era activado por los efectivos de tránsito o varitas (se les decía porque dirigían el tránsito agarrando una varita (vara) como director de una orquesta).
Revela que antes de que aparezcan los semáforos, había que aprender las señales manuales que se tenían que hacer con los brazos como: avance, deténgase, siga, pare y para ello utilizaban el silbato, lo curioso del caso estas no pasaron de moda, ya que actualmente en algunas esquinas siguen mantenimiento estas señales manuales que por ciento son muy efectivas y que en el tiempo perduran.
EL SILBATO
El silbato de los varitas se utiliza para alertar o llamar la atención del conductor, los sonidos son variados y que algunos choferes antiguos la conocen perfectamente los diferentes sonidos que emiten los agentes de tránsito, pero que en los últimos años y por el atolladero de vehículos en la ciudad, “ya no reconocen los diferentes sonidos del silbato que como señales tienen sus tonos de avance, apure e incluso los peatones ya estaban acostumbrados al sonido de “pase”.
Pero que hay que reconocer que el silbato no pasó de moda, sigue vigente, pues cuando se arruinan los semáforos, son los varitas que ordenan la ciudad y se tiene un gran respeto por los agentes que se lo ganaron a través de los años, pese a que en muchos fueron agredidos, amenazados por políticos, civiles, choferes de transporte público y privado, ministro, militares e incluso los mismos policías para que no les levanten la infracción.
Esta labor era menospreciada por las autoridades, pero que en el tiempo ha permanecido y ahora son la clave al atolladero de vehículos, aunque no la solución ante el exceso de vehículos en la ciudad.
LICENCIA
Antes los conductores tenían brevet y no licencia de conducir como en la actualidad y daban examen de manera periódica y además de saber desarmar y armar el motor, no es como ahora son categoría “A”, “B” y otros. Recuerdo en por la cancha Zapata se practicaba el famoso PUENTE que se maniobra mucho en las calles empinadas o subidas, pues por no saber mucha gente choca o no sube las “cuestas”.
“SE HACEN LOS LOCOS”
Helguero, revela que actualmente los conductores han adoptado ciertas manías de no ver al agente de tránsito, pues miran a otro lado, como haciéndose los locos, actitud que es muy frecuente de los choferes privados y públicos; algunos como diciendo quien la va haber caso al varita o “vara” (menosprecio o intentan mostrar indiferencia). Pero los públicos los hacen con la intención de perder el tiempo y ganar en pasajeros, provocando otra trancadera al margen de las ya existentes, pero eso no le interesa a los del transporte público, es recaudar dinero y si perjudican a otros no les interesa “ya no hay respeto”.
Las garitas que estuvieron asociados a los varitas, perduraron en el tiempo, pese a que aparecieron modernos semáforos, sin embargo, persiste el trabajo del ahora llamado agente de tránsito que circulan en lluvia, nevada, sol, manifestaciones, protestas y pasa desapercibido, pero que su labor es trascendental en el orden vehicular y de los peatones., autoridades y del mismo presidente del Estado.
Actualmente Los más indisciplinados son los choferes nuevos asalariados del transporte público y privados.
Como anécdota dice “recuerdo que una vez cuando trabaja de manera manual en los postes, me equivoqué de cambiar el color rojo y me preguntaba del por qué no avanzaban, era mi error”.
CELULARES QUE PERJUDICAN
Helguero, finalmente expresa que en su labor constató diferentes choques, accidentes con desgracias por descuido de los mismos conductores en algunos casos en otros y gran parte de los choques es porque los conductores hablan por celular cuando están manejando y está prohibido.
MULTAS POR PARQUEOS
El efectivo afirma que hay otros problemas como los parqueos arbitrarios que realizan los choferes en la ciudad entre privados y públicos “damos la infracción de 50 bolivianos y se quedan en el lugar y perjudican. Creo que se tiene que elevar la sanción, caso contrario no respetan. Parquean donde quieren y como quieren los choferes del transporte público y los particulares desean dejar a sus hijos en la puerta del colegio siempre y provocan trancaderas”.
El mayor problema que actualmente tienen, son en el sector de El Prado, Yanacocha, Loayza a la altura de la Facultad de Derecho, San Pedro, donde dejan motocicletas en las aceras. También en la Buenos Aires, La garita, Montes, Eguino, Tumusla “por ejemplo para descargar mercadería los camiones tan solo tiene 15 minutos, pero se quedan una eternidad bajo el argumento de “acabo de llegar”, esto congestiona el tráfico”.
INFRACCIONES COMUNES
Entre las infracciones más frecuentes de los choferes son; se pasan la luz roja, fuga, tránsito lento, no obedece las reglas y otros. Los informes de infractores son diarios en tránsito, ya que el trabajo que realizan son por turnos, incluido los feriados, solo descansan medios días.
ESTUDIA HISTORIA
El suboficial tiene tres hijos Dimelsa, Favio y Álvaro y siguieron otras profesiones. Pero el “Sub” Helguero como lo conocen, no se quedó ahí y actualmente estudia en la carrera de Historia de la UMSA, admite “me gusta esta labor, porque nos permite ayudar a la gente especialmente a los niños y los mayores. Los jóvenes y algunos adultos son los más rebeldes que nos amenazan con los cargos de sus papás y los adultos con cargos en las empresas pública
s…bueno nos quieren intimidar, pero tenemos que sancionarlos cuando rompen las normas, esa es una parte de nuestra labor, eso deben comprender los habitantes que manejan…Felicidades a los paceños, a mis camarada y superiores”…finalizó. (kd/bs)