InExtenso ( PAN BOLIVIA).- Los diferentes pabellones del campo santo de la ciudad de La Paz, presentan pinturas con motivos referidos a la vida en el más allá, las mismas que son representadas en los muros de los cuarteles y pasajes de los nichos.
De la misma manera los sectores que pertenecen a los fallecidos y que pertenecieron a instituciones o fábricas son pintadas y con una limpieza en general y el recorrido que tiene el Cementerio General de la sede de gobierno, ubicado al oeste de la ciudad y que durante estos días toman vigencia.
MESAS
Para el efecto, los preparativos de las mesas que simboliza el recibimiento de las almas desde el 1 de noviembre, son alistadas por los familiares de los difuntos, donde se exhiben coronas, Th’anta Wawas, escaleras, pues cada elemento que conforma la mesa tiene un significado.
Las velas en las mesas son encendidas a las 12:00 junto a otro tipo de alimentos que le gustaba al difunto; quizás una comida, característica de la fecha el ají de arveja o el arroz con leche cuando los muertos son menores de edad.
El significado, tiene un simbolismo, que implica el buen recibimiento de las almas al mediodía del 1 de noviembre. “El bizcochuelo significa el ataúd; la escalera, el descenso de los ajayus; y el t’antacaballo transporta las cosas.
Parte de los alimentos es la infaltable pasank´alla, normalmente ubicado en la parte superior de la mesa como si fuese una estrella, es importante también el color del mantel, para el alma de un niño es blanco y si es adulto, negro.
Se suman las figuras de perros y gatos porque, también acompañan al difunto a lo largo de su recorrido a la eternidad, además forma parte de la veneración de la muerte muy tradicional en el sincretismo del ciudadano paceño.
Las cañas que se ponen en las cuatro esquinas de la mesa también tienen su significado y como señalan nuestros abuelos es para que el alma al retornar el 2 de noviembre, luego del medio de día se vaya apoyado en estas cañas.
Posteriormente los alimentos que se prepararon y que se ha puesto en la mesa desde el 1 de noviembre al 2, se lleva al cementerio para que el grupo de rezadores que se hacen presentes en los cementerios puedan llevárselo, pero no sin antes brindarle varias oraciones a todos los difuntos que son recordados por sus familiares.
De esta forma termina el periodo de Todo Santos, no sin antes aprovechar la oportunidad para despacharlos con buena música como una tarqueada, moseñada, pinquillos y de esa manera los espíritus y los mortales se quedan satisfechos, ya que cumplieron con sus seres queridos que ya no están entre ellos, pero saben que el próximo año retornarán nuevamente. (bs/dc).