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In Extenso (panbolivia.com) julio de 2020, La Paz. Fotografía: Manuel Calvo.- Los miradores naturales de las montañas de la ciudad de La Paz, se han convertido en el atractivo de habitantes y visitantes. Ubicado en varios barrios de la hoyada, en un número a 300 casi todos se encuentran en dirección del nevado Illimani e incluso la mayoría de las calles y avenidas fueron construidas con vista a esa imagen ícono de esta ciudad que fuera de ser altiplánica es un valle con diferentes climas.
Los miradores en nuestra ciudad, han sido motivo de estudio durante años y en los últimos 20 años fueron implementados como parte de los atractivos turísticos y fotográficos, porque las hermosas vistas cautivan el pensamiento.
Diferentes tiempos han aportado con este tipo de infraestructura en la ciudad, ya que los mismos provocan que los turistas accedan a los lugares más altos que por la topografía de La Paz, casi es natural, siendo que su fisonomía ha podido contribuir a la imagen de diferentes barrios, que sin mucho esfuerzo se puede descubrir muchos lugares hermosos o espectaculares por decir algo menos, con vistas panorámicas, que demuestran el terreno accidentado donde están construidas las viviendas.
Sin embargo, no es suficiente realizar construcciones, que simplemente sean miradores, la tendencia es que sean complejos culturales y que llegado el momento sean sustentables para los barrios, generando fuentes de trabajo con el movimiento turístico de algo que los habitantes consideramos rutinario o doméstico o quizás no le damos mucha relevancia.
Cada lugar tradicional es motivo de estudio y provocan que los miradores sean aprovechados de manera intensa por su construcción, historia, tradición al margen de las vistas que puedan tener cada lugar. Pero además lo más importante es que los vecinos disfruten del lugar y muevan el turismo con negocios en sus propios domicilios que se ubican en estos miradores, que sobrepasan en la ciudad a más de 300, pero que los mismos y desde hace poco fueron asociados y que pueden ser utilizados para el movimiento turístico en el país, antes que desaparezca este hermoso nevado, ya que es acosado por la dura contaminación de la ciudad y el cambio climático tempestivo, ya perdimos el nevado del Chacaltaya.
MIRADORES
Mirador del Montículo, es uno de los más conocidos en el barrio de Sopocachi, Laikakota, en el pleno centro de la ciudad y el más privilegiado, porque tiene vistas casi a los 360 grados, de Villa Pabón, Las Mil Gradas en el Oeste de La Paz, Morador “Sagrado Corazón de Jesús”, Bella vista, los puentes brindan diferentes vistas panorámicas y otros. Agregar los Miradores de las calles de Villa Pabón, Vino Tinto, Villa Armonía, Pampahasi, Cotahuma, Ceja de la ciudad de El Alto y otros que definitivamente muestran los diferentes ángulos de la ciudad paceña, enclavada en plena cordillera altiplánica.
Tomando en cuenta el grado de visibilidad de los sitios de altura, estos son muy requeridos para curiosear la ciudad, pero también paisajes que muestran lo complicado de la topografía de la ciudad, cuando uno se pone a observar desde los edificios, que en realidad es un plus y bien los saben los arquitectos que toman en cuenta no solo el sol, sino la poderosa imagen del illimani, cuando se trata de diseñar alguna vivienda o edificio.
Algunos están diseñados y construidos mediante un concepto paisajístico moderno, tomando en cuenta la morfología del terreno y el clima, utilizando vegetación alta, mediana y baja en todas sus variedades, pero que no deja de llamar la atención para seguir la dirección del Illimani que está siendo cercenado por los chinos en la parte baja y los paceños estamos permitiendo esta labor “legal” que autorizó el gobierno de Evo Morales.
La imagen ícono, podría perderse en el menor tiempo que pensamos, y esos miradores naturales desde las calles avenidas, edificios, montañas se esfumarán y esta generación será la responsable de no haber cuidado y menos haber tomado evitado que la destruyan extranjeros con la ambición de sacar oro y para el colmo están contaminando los ríos o vertientes que bajan del Illimani. (MD)