IN EXTENSO.- Mientras los bolivianos se prepara a recibir a las almas, según la tradición boliviana por Todos Santos, en una región del país como Santa Cruz sufre las arremetidas terroristas del gobierno de Luis Arce con gente pagada y delincuentes. Este año no es el mismo, ya que un sector de la familia boliviana esta en Paro Indefinido y afectado por el gobierno ya con «mala Intención» y para el colmo no dejan pasar alimentos a la ciudad cruceña.
Las tradiciones indican que cada 1 de noviembre las almas de los difuntos bajan a la tierra para disfrutar de un altar por lo general con comida instalado en casas por sus familias con varios víveres que son característicos de esta celebración y que recuerdan cómo era la vida del fallecido. En América son países que festejan o reverencian a los muertos como en Bolivia y México.
Las mesas como se llama al armado de comida y gustos del difunto son preparadas en honor a la persona que partió, normalmente se coloca su fotografía para recordarlo, comida y bebida favoritos, panes especiales conocidos como “t’antawawas”, masitas, dulces, flores, agua, comida, bebidas, entre medio crucifijo, que representa el sincrrtismo de la religión católica desde hace cientos de años.
Por lo general estas mesas son armadas 24 horas antes del 1 de noviembre, los familiares rezan y se reúnen alrededor de los altares. Al mediodía siguiente, despiden el alma de sus difuntos. Esta tradición es conocida como “Todos Santos” o de los difuntos
Uno de los panes más conocidos es la t’antawawa, una palabra quechua que significa pan (tanta) y bebé o niño (wawa), la escalera, y panes en formas de varios animales. Estos panes especiales es normal encontrar en las ferias, pero más en los domicilios.
La t’antawawa la ponemos en representación del almita que hemos perdido, pero trata de la alma blanca, referido a los niños.
PARA SABOREAR
Los dulces artesanales de Todos Santos, con la clave para recibir a las almas y solo aparecen en estas fechas y tienen una características peculiares como es de colores brillantes en la ciudad de La Paz y otras ciudades, siendo que estas son costumbres quechuas.
Pero no solo dulces también se coloca frutas y platos de comida, aunque algunos platos son de temporada como por ejemplo el ají de papas, o ají de papaliza, de arvejas o caso contrario pescado. Además de escuchar la música que le gustaba al muerto, es algo así como una conexión entre el espíritu y la familia viva.
Aunque en los últimos años, se modificaron algunos aspectos, por cuanto los campesinos de las provincias llegan a los cementerios de la ciudad para rezar a cambio recibir masitas, pan, frutas, comida. El pan y frutas son llevados al campo, donde hacen los mismos hacen rezar para sus difuntos.
En los Andes de Sudamérica y sus culturas, la muerte es una transición a la vida eterna y cada año llegan a visitarnos y es el momento para recordar a los que partieron, pero que viven entre nosotros.
(panbolivia.net/WordPress) 31 /10/22, La Paz.
rc/bs/hj/md/: Fotografía: Manuel Calvo.