IN EXTENSO.- En el momento que se designó a Qatar como la sede para el Mundial del 2022, la FIFA le pidió al país anfitrión que durante un mes fuera más inclusivo y realice una serie de excepciones. Es que por primera vez un evento de esta magnitud se desarrollará en un emirato musulmán conservador del Golfo, donde la exposición amorosa o el acceso a las bebidas alcohólicas están limitadas. Para colmo, los precios serán un verdadero dolor de cabeza: la cerveza será la más cara del planeta…
Los fanáticos, en un primer momento, escucharon con extrema frecuencia la posibilidad de no poder consumir alcohol durante su estadía en Medio Oriente. Por una rápida y decorosa intervención de la entidad madre del deporte más popular, hubo marcha atrás y le dieron vía libre a una serie de «permitidos».
El primero en darlo a conocer fue Nasser Al Khater, el CEO de la copa del mundo que no se puso colorado a la hora de exponer públicamente las referencias económicas que deben tener los hinchas que deseen mezclar la pelota con el alcohol. Este personaje, además, hizo saber que le darán luz verde a varias zonas en el exterior de los estadios para que puedan contar con una especie de Fun Fest, aunque dejó en claro que las personas que alcancen un estado de ebriedad o que busquen provocar incidentes, serán seriamente penados.
Pero al margen de los condicionamientos judiciales, también será necesario poner en consideración las limitaciones monetarias. ¿La razón? La empresa «Betting» hizo un minucioso análisis en el que estudió el precio de la cerveza en los 32 países que participarán de la edición futbolística que se avecina. Y lamentablemente para los aficionados, es Qatar donde se vende la bebida a una cotización más elevada: costará 11,21 libras (12,88 euros) por unidad. Es un precio desorbitado y muy alto, ya que Estados Unidos (el segundo país donde es más cara) tiene un precio de 6,58 libras, casi la mitad.
En muchos países musulmanes está prohibido. Sin ir más lejos, en la Fórmula 1 hay carreras que se celebran en dichos territorios y en vez de hacer la celebración en el podio con el tradicional champagne, se realiza con otro tipo de bebida. «No se puede hacer nada que perjudique a otras personas ni destruir la propiedad pública. Siempre y cuando te comportes de una manera que no sea dañina, entonces todos los fans son bienvenidos y no hay nada de qué preocuparte», dijo Al Khater.
En este contexto, la FIFA buscó convencer al gobierno qatarí de suavizar algunas de las medidas que existen en el país musulmán, pero no logró incentivar a los funcionarios respecto a la venta de cerveza durante los 90 minutos. En consecuencia, solo habrá consumo permitido antes y después de los partidos.
Esto se debe a que rige la ley islámica, la cual prohíbe cualquier tipo de bebida con alcohol. Por ende, se mostró inflexible respecto a modificar sus costumbres ante la llegada de 1.2 millones de visitantes que se tienen contemplados para presenciar el campeonato más trascendental del año actual. (CRONISTA)
(panbolivia.net/WordPress) 3/11/22, La Paz.
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