IN EXTENSO/LA PAZ.- El comandante del Ejército de Bolivia, Gral. Juan José Zúñiga, llegó en un carro blindado a la Plaza Murillo, anunció que todas las unidades de las Fuerzas Armadas de Bolivia se encuentran acuarteladas y en emergencia., aunque no quedaba en claro si era un golpe o insurrección militar.
El militar dijo que «Había sido más importante la rabia y el dolor de un grupo de pandilleros que a toda costa quieren tomar el poder. Esos quieren que las Fuerzas Armadas no existan y tener libertad para hacer lo que les da la gana. Utilizan a los humildes para que, en nombre de ellos, tengan como objetivo llegar al poder y saquear nuestra amada patria», declaró el general que se vio acosado de la prensa en Plaza Murillo.
Agregó que «El pueblo pide parar los saqueo a nuestro país, basta de servirse de los humildes, y aquí están las fuerzas armadas con su pueblo. Estamos mostrando nuestra molestia y es deber y obligación del soldado recuperar la patria. Basta de destrozar y empobrecer a nuestra patria».
Zuñiga no pudo tomar el palacio de gobierno, pero si ingreso al recinto, afirmando que «por el momento» reconoce al presidente como autoridad, sus palabras sugieren un periodo de incertidumbre política. Además, pidió dejar libres a los militares en las cárceles de Bolivia y políticos que injustamente son detenidos como la presidenta Constituciomal de Bolivia Jeanine Añex y Luis Fernando Camacho y otros.
La situación en la Plaza Murillo se intensificó cuando ciudadanos, en especial empleados públicos del gobierno se acercaron al lugar para brindar su apoyo al presidente, en medio de gases lacrimógenos para dispersar a la multitud. PAN Noticias.