IN EXTENSO/La Paz.- Sobraron los aplausos y elogios en la redes, cuando en la histórica Basílica Menor de San Francisco, irrumpió una sonata y cantata con Orquesta Sinfónica Chuquiago Marka que dio inicio a un ciclo de conciertos titulado “Música para la paz y la unidad en el advenimiento”, promocionada por la Navidad en la comuna paceña, que busca la armonía en tiempos de reflexión.
La velada comenzó con la inauguración de la renovada plaza de San Francisco, un espacio que ahora brilla con más fuerza, al igual que los rostros de los asistentes que se congregaron en el templo. El alcalde de La Paz, donde asistieron paceños y funcionarios, subalcaldes, llenando cada rincón de la iglesia, provocando una atmósfera de expectativa y alegría.
El primer acorde que resonó en el recinto fue el de los “12 concerti grossi, op. 6” de Arcangelo Corelli, una pieza que transportó a los oyentes a un tiempo de esplendor musical. La orquesta, con su precisión y emotividad, continuó su actuación con la enérgica “No8 Christmas Concert Allegro”, seguida de la delicada “Sinfonía 5 No 2 Andante Cantabile”. Cada nota parecía tejer un hilo invisible de unión entre los presentes, convirtiendo la música en un lenguaje universal de paz.
A medida que avanzaba el programa, el ambiente se hizo aún más festivo con la interpretación del “Suite Cascanueces”, donde la “Obertura” y las danzas, como la “China” y la “Rusa”, evocaron la magia de la Navidad. La música fluyó con el “Vals de las flores” y la conmovedora “Meditación de Thaïs”, mientras que la “Aracelia para Ando” y el “Oboe de Gabriel” sumaron matices de emoción a la velada.
El coro “Gloria RV 589” resonó con fuerza, llevando a los asistentes a un clímax de espiritualidad y alegría. La noche continuó con melodías navideñas que hicieron eco en las paredes de la basílica. “Sleigh Ride”, “Ah Joy To The World”, “The First Noel”, “Adeste fideles”, “We Wish You a Merry Christmas” “Noche de paz” y “Carol of The Bells”. “El Mesías HWV 56- Aleluya” de Händel se entrelazó con la poderosa “Sinfonía No 9” de Beethoven, un canto a la unidad que se sentía en cada rincón del espacio sagrado.
A medida que el concierto llegaba a su fin, los aplausos resonaban como un eco de agradecimiento por una noche mágica. “Música para la paz y la unidad en el advenimiento” no solo fue un evento cultural, sino un recordatorio de que, en medio de la diversidad, la música tiene el poder de unir corazones y sembrar la esperanza en tiempos de reflexión y celebración.
La Basílica Menor de San Francisco, con su renovada plaza y el eco de las notas en el aire, se convirtió en un símbolo de la paz y la unidad que todos anhelamos. Así, La Paz se despide de noviembre y da la bienvenida a diciembre, un mes lleno de luz, música y la promesa de un nuevo comienzo. PAN Noticias/amun.