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Inextenso (panbolivia.com-WordPress) diciembre 6 de 2021, La Paz.- La pobreza y la prostitución en la ciudad de El Alto y otras de Bolivia, demuestran la falta de trabajo que hasta el momento el gobierno socialista de Luis Arce no creó y que por el contrario entrega bonos para tapar la boca a algunos sectores. Mientras la planilla de empleados públicos crece con partidistas masistas y terroristas.
La pobreza en varios sectores sigue subiendo desde la gestión de Evo Morales, es reflejada en la falta de trabajos y en varios casos se dedican a la delincuencia, indigencia, limosneros en las calles e incluso convertido en grupos de choque del MAS, que pagan para apalear, amedrentar a los ciudadanos bolivianos.
Decenas de mujeres se dedican a la prostitución con mayor incidencia en de El Alto, que en plena avenida 12 de octubre de la Ceja se pueden advertir que se encuentran ubicadas al metro, intentando contactar algún cliente. Jóvenes de todo tipo de condición y forma de vestirse, disimulando con un celular en la mano tratan de captar clientes.
El panorama para los alteños es normal. Sin embargo, es muy triste, ya que cuando preguntamos del por qué se dedicaban a esa labor, afirman que no hay trabajo y que necesitan mantener a sus familias y explican entre ellas hay que varias menores, según una comerciante de un kiosco que se encuentra al frente de las prostitutas.
AGREDIDAS
Al no ser legal esta actividad en Bolivia, las prostitutas corren el riesgo de ser agredidas e incluso cuentan que existen mafias que domina ese mercado y obligan a jóvenes para dedicarse a esa labor.
Varias jóvenes son reclutadas con diferentes motivos y que al final van a parar al mercado ilegal de la prostitución.
“Hay unos hombres que viene en autos y las controlan, otras son libres o solas. Esto funciona desde muy temprano por las tardes y es de lunes a lunes. Deben necesitar trabajar y no hay en el país, el gobierno no se preocupa por dar trabajo es lo peor” dice la vendedora Casimira.
PELIGROSO
Varios casos de agresiones se dan en esta labor, abuso, extorsiones, donde las mujeres corren un grave riesgo al dedicarse, un último caso una de ellas fue recientemente atacada una mujer y que logró salir del lugar para pedir auxilio por lo que sus compañeras lograron retener al sujeto y entregarlo a la Policía.
La entrevistada, revela que después de que el sujeto solicitara los servicios de la mujer subieron a la habitación y sacó un arma punzo cortante con el cual la apuñaló tres veces.
“Era un cliente que estaba tomando el servicio con nuestra compañera. Es lamentable que el hombre haya entrado con cuchillo directo a apuñalarla”, aseguró la representante del sector.
El hombre es investigado por tentativa de feminicidio mientras que la víctima se encuentra delicada de salud e intubada en un hospital de esa ciudad.
CALLES ENTERAS
Desde la calle 7 a la 12 de la avenida Jorge Carrasco, de lunes a lunes, el comercio sexual esta al paso y con los cales que están abiertos en horarios pocos usuales. Antes se abrían a las 19:00, pero ahora atienden desde en la mañana en horario de oficina.
Por la pandemia las mujeres tuvieron que ver la manera de trabajar y cómo había prohibiciones, para evitar las aglomeraciones en los centros nocturnos, decidieron salir a las calles.
Ellas comenzaron a trabajar en los alojamientos, aunque el negocio del comercio sexual, es muy lucrativo si ofrecen su cuerpo en las calles y se muestran tal cual se visten a la luz del sol.
Desde cholitas hasta jovencitas. Antes trabajaban en el interior de los locales, pero ahora por lo de crisis sanitaria ofrecen sus servicios en las calles. Entre medios de ellas se ubican varias vendedoras desde comidas, golosinas, cigarrillos y otros que no pierden el tiempo para aprovechar el panorama.
Se observa a transeúntes que de manera disimulada preguntan el precio. Mientras en los kioscos, pensiones donde ingresan las mujeres piden comida como: una sajta, chicharrón en el almuerzo. Otras comen en la calle y de algún ambulante alguna golosina en especial chicles.
Los curiosos que desde la mañana puede encontrar refrescos y bebidas alcohólicas, son control alguno.
Es un negocio entre la oferta y la demanda. Las mujeres de entre 21 y 30 años tienen una tarifa, que es desde los Bs 50 a Bs 100. Las trabajadoras sexuales de mayor edad cobran entre Bs 50.
AMBIENTES
Los ambientes no son nada agradables ya que la higiene no es una de las mejores. Una habitación pequeña con costo entre 15 a 20 bolivianos por hora. Una cama maltrecha y si tiene suerte lavamanos y un perchero.
“No vengo con la misma ropa a veces me visto de pollera y me va mejor”, dice Olga, que desde hace 3 años esta dedicada a esa labor.
Un poco más allá se pueden observar a transexuales, que también se dedican al comercio sexual en la semana. (rc/bs/h/LCD)