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Inextenso (panbolivia.com) 25 febrero de 2021, Beni.- Los damnificados de las inundaciones, esperan que bajen las aguas de los desbordes de ríos, aunque nada es seguro. Sin embargo los habitantes deben afrontar el lado más duro, una vez que pasen las lluvias, encarando las enfermedades por mosquitos y la escasez de alimentos.
Se estima que unas 1.000 familias resultaron afectadas por las inundaciones que se dieron en diferentes regiones del departamento de Beni.
El mayor problema será la diarrea de los niños e infecciones en la piel , a eso habrá que agregar la poca alimentación que tienen, aunque son socorridos por las autoridades locales.
El campamento de damnificados de las inundaciones que fue instalado en Puerto Varador, del departamento de Beni es una prueba de los que puede suceder más adelante, ya que se perdieron las siembras y se tiene que esperar por lo menos tres meses para nuevamente poner semilla en la tierra y otro tiempo para el crecimiento y cosecha.
Aproximadamente 1.000 familias son las que viven en un terreno que fue acomodado con carpas gestionadas desde el Centro de Operaciones de Emergencia Departamental.
Los habitantes, opinan que los estancamientos de agua son la causa de la proliferación de enfermedades, sobre todo en los menores, por lo que piden brigadas médicas para la atención y la respuesta fue de inmediato del COED que envía un grupo de médicos y enfermeras para ayudar a los afectados. (rc/cb)