Más de medio millón de personas movilizó la fiesta Mayor de los Andes Gran Poder entre artesanos, bailarines, bandas, organizadores, locales, vendedoras de comida que abastecieron en solo día a más de 4OO.OOO espectadores que estuvieron a lo largo del trayecto de la magistral entrada y original de América, plagiada por peruanos y chilenos.
Si de números hablamos, la entrada folklórica mueve a más gente, debido a que en las estimaciones no son consideradas a las familias que colaboran con los bailarines, pues durante más de seis se preparan para mostrar lo mejor de los mejor de unos de los movimientos más gigantescos de América y no es solamente de la región andina, pues los bailes y vestimentas son plagiados constantemente, intentando copiar con otros nombres, pero que en esencia es lo mismo.
Los bailarines marcan la moda en las distintas entradas de los bolivianos que realizan en el mundo durante el año, coreografía, música, vestimenta y la comida boliviana muy apreciada para la ocasión.
Un total de 65 fraternidades y cuatro que pidieron permiso por la gestión 2017 (10 de junio), invadieron las calles de la ciudad de La Paz, dejando perplejos a los turistas que por estas épocas llegan en mayor número que en otras ocasiones. Los bolivianos disfrutaron de todo el movimiento cultural que año tras año se ejecuta en devoción al “tata” del Gran Poder.
Desde las 07.00 de la madrugada, la entrada folclórica hizo gala de su presentación y la organización que este año, tuvo mayor fluidez en el paso por el largo trayecto que cruzan los bailarines, confiando en que será declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
GÉNESIS DE LA ENTRADA
Gerardo Ichuta Ichuta, es uno de los investigadores que se dedica a descubrir nuevos elementos de esta maravillosa fiesta y que marca época en América, pues al organizarse fiestas o entradas similares, es posible a otros santos u otras inventadas, sin embargo, la música, vestimenta, coreografía es la misma, por lo general es distorsionada por chilenos y bolivianos, pero que al final el origen es Bolivia.
Bien sabemos que peruanos y chilenos especialmente son los que más “piratean” el folklore boliviano y niegan sus orígenes de su región, asimilando los movimientos folklóricos de los bolivianos en el mundo.
GÉNESIS DEL GRAN PODER
Nominada hoy, por los paceños, como la “Fiesta Mayor de los Andes” y mediante un crecimiento acelerado, en los últimos años, esta fiesta ha logrado justificar de algún modo dicho denominativo. De ser una fiesta barrial, de las muchas que hay en la ciudad de La paz, pasó a ser la fiesta más importante de esta urbe. Se fue desbordando de su espacio tradicional que es el barrio de Ch`ijini para ocupar también las zonas 14 de Septiembre, Rosario y el centro paceño.
El crecimiento no sólo se dio en el número de conjuntos o fraternidades con multitudinarias tropas de danzantes sino también en la calidad de las presentaciones especialmente en lo que se refiere a las ya numerosas morenadas; calidad que se alimenta de una competencia incesante entre conjuntos, que va más allá de la finalidad esencial que es el de recibir la bendición y favor del Tata o de conseguir el anhelado trofeo rotatorio. El lucro ahora se hace tangible.
¿CÓMO FUE LA FIESTA EN SUS INICIOS?
Ichuta, sostiene que La fiesta del Señor del Gran Poder se dio inicio el año 1922 aproximadamente en la zona de Ch`ijini pero la misa se realizaba en la Iglesia del Rosario al no existir una en el barrio que empezaba a ser habitado por migrantes oriundos de localidades provinciales como Umala, Taraco, Achacachi, Viacha o Sorata.
Cuando llegó el lienzo de la Santísima Trinidad al nuevo barrio de Ch`ijini, (recién se había loteado la hacienda Paula Jawira) tras permanecer brevemente en varios domicilios de piadosos vecinos, se le hizo una capilla en un solar comprado al señor Ambrosio Ticona en la calle Antonio Gallardo. Nombrado patrono de la zona, su fiesta se centraba mayormente en actividades litúrgicas; novenas, misa de ceras, víspera, misa de aurora, saludo al alba, misa de prestes menores, misa del preste mayor, procesión y retreta concitaban la atención de los devotos.
De acuerdo con la memoria oral de muchos bordadores fueron ellos (su gremio) quienes tomaron la iniciativa de organizar un conjunto para venerar a la imagen de la Santísima Trinidad en el año de 1927. Tomando esto en cuenta, se puede ir desentrañando algunos aspectos que aún no quedan muy claros dentro del origen de la entrada folklórica. Casi paralelamente a la aparición del primer conjunto asistieron a la fiesta, tres tipos de conjuntos en los años posteriores:
-El primero estaba constituido por pequeños grupos de bailarines y músicos, generalmente indígenas, reconocidos en sus lugares de origen. Su participación era efímera (un año o dos). Su motivación no era generalmente devocional. Estaban ahí para “acompañar” al preste que los invitaba. Invitar, era sólo un decir pues en realidad casi se los contrataba para realzar la fiesta. A mayor poder adquisitivo del preste, mayor cantidad y variedad de conjuntos, algunos de ellos exóticos.
El preste no solamente debía correr con los gastos de alimentación y bebida sino con los de transporte, alojamiento e inclusive un pago adicional. Una reseña publicada en la prensa local da cuenta de los sikuris de Italaque, kena kenas e incluso de un conjunto de afrodescendientes de los Yungas que se vinieron con toda la familia. El padre de Sr. Lucio Chuquimia, reconocido folklorista, al ser preste por la década de los 30, pasó la fiesta del Tata con aproximadamente 16 conjuntos y su tío lo hizo con 18 conjuntos un año después (Albó –Preiswerk 1986).
Este tipo de participación aún está vigente especialmente en prestes menores, que sin mucha pompa, hacen dar misa a las réplicas de la imagen que poseen. El preste mayor se hace acompañar por fraternidades o bloques de la entrada del Gran Poder una semana después de la fiesta cuando se pueden dar las condiciones de espacio para una solemne procesión.
-El segundo tipo lo conformaban grupos de bailarines y músicos, generalmente mestizos, que teniendo una profunda fe católica, tenían por costumbre peregrinar para rendir pleitesía a diferentes imágenes religiosas. Tal era el caso de los Cebollitas y los Choclos, dos afamados grupos de sikuris, los cuales describiré ampliamente más adelante. Así con el mismo fervor daban incansables serenatas al Tata del Gran Poder en la víspera, de igual forma peregrinaban hasta el altar de la Virgen de Estrella en Chuchulaya y también a Copacabana.
-El Tercer grupo era de grupos constituidos por fe y devoción al Señor de Gran Poder exclusivamente. Sobre este grupo se va constituyendo la fiesta que décadas más tarde se consolidará la famosa entrada del Señor Jesús del Gran Poder. A este grupo pertenecen los sikuris del gremio de los bordadores, los Ch`utas del Interior y otros.
A partir de esta breve diferenciación se puede establecer y corroborar con varias reseñas que indican que el primer conjunto en rendirle homenaje al Señor del Gran Poder, estaba integrado por el gremio de los bordadores, conocidos por aquellos años como “solaperos” que contaban con talleres ubicados en la calle Illampu. Sus fundadores fueron Lucio Chuquimia Illanes, Juan Chuquimia Illanes, Crisóstomo Chávez, Inocencio Quisbert, Gregorio Mendoza y Antonio Vizcarra el año 1927. Este tipo de conjuntos predominó en la década de los 30 aunque Albó y Preiswerk citan a una morenada conformada por cargadores.
EL SIKURI, UN BAILE MESTIZO POR EXCELENCIA
Bajo el término indígena de sikuri, se esconde una de las manifestaciones más interesantes del espíritu religioso mestizo. Concebido para rendir culto a las imágenes religiosas, el sikuri, para la época en la que aparece en la fiesta de Jesús del Gran Poder, ya era uno de los bailes más ejecutados en las localidades de provincias como ser Achacachi de donde provenían muchos bordadores y que eran especialistas en la confección de primorosos chalecos (de sikuri) que los ofrecían en calidad de venta. (In Extenso, JUNIO-2017) ad.
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