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In extenso (panbolivia.com) 29 noviembre de 2020, La Paz.- Una masiva asistencia de militares retirados marcharon este viernes pasado en la ciudad de La Paz, sede de gobierno y en otras dos ciudades del interior del país, contra la detención y el proceso abierto en venganza de los políticos masistas a un General activo como presunto responsable de la letal represión a protestas antigolpistas.
Los manifestantes reclamaron por la detención ilegal y la investigación parcializada de la justicia manejada por el partido de gobierno (que al final es más de los mismo), al general del ejército Alberto Cuellar a cargo de la justicia común por al menos ocho muertes en la localidad de Sacaba, cerca de la ciudad de Cochabamba, en el centro del país. Y obvian la muerte de más de 30 enfermos y que murieron al bloqueo de los masistas durante la pandemia, que no dejaron ingresar oxígeno para los pacientes que terminaron en el cementerio.
Los marchistas sostienen que Cuellar, jefe del departamento (provincia) de Cochabamba debe ser procesado por la justicia militar, ya que los operadores masistas ponieron en riesgo el país al atacar a civiles en las calles con o sin motivo,
El enfrentamiento en Sacaba se produjo en noviembre de 2019 y provocado por los masistas, cuando manifestantes contrarios al golpe que obligó a renunciar al entonces reelecto presidente Evo Morales, protestaban contra el gobierno electo constitucionalmente legal de Jeanine Añez, que concluyó mandato el 8 de noviembre último.
Hubo también protestas de militares retirados en las ciudades de Santa Cruz y Tarija que coreaban también consignas contra el MAS, pese a que el presidente Arce dejó en manos de la justicia manipulada masista la investigación y juzgamiento de los «excesos» cometidos bajo la presidencia constitucional de Añez.
La detención domiciliaria del general Cuéllar fue criticada por el alto mando militar que se declaró sorprendido por la medida de un juez de Cochabamba y sostuvo que los uniformados solo cumplieron órdenes.
Algo similar a lo que sucedió en la Octava marcha del Tipnis, cuando Evo Morales y «Sacha» Llorenti del MAS ordenaron la dura represión a los campesinos en Chaparina y luego se negó, pero la final fueron quienes ordenaron la intervención al movimiento. El caso hasta la fecha no se resuelve por el encubrimiento de la justicia manipulada del MAS. rc/bs