Metro Cuadrado.- La construcción es uno de los sectores de mayor importancia en los actuales modelos económicos, sobre todo, si centramos el foco de atención en un país como el nuestro. En Bolivia comienza a notarse una revitalización del sector, que hace varios años fue uno de los motores de la economía.
Desde el punto de vista de inversión y gestión de calidad, la construcción de ciertas obras constituye una valiosa apuesta por parte de algunos empresarios que hoy deciden invertir en nuestro país con proyectos de gran relevancia, como es el caso de la Torre Corporativa Costenera 1.000 en la ciudad de La Paz, que constituye una apuesta por mejorar la calidad y estética de la urbe paceña, además de generar una mejor calidad de vida para sus habitantes. Se inició a fines del año 2018 a cargo de la Empresa Constructora Saint Moritz, quien contrató al reconocido arquitecto Michael Palza para su diseño.
COSTANERA 1000 está ubicada en una localización privilegiada, situada estratégicamente en la Avenida Costanera de la sede paceña, a escasos minutos del centro de la ciudad, en pleno barrio de Calacoto y muy próximo a la zona de San Miguel, que cuenta con hoteles, supermercados, bancos, restaurantes, clínicas y tiendas de todo tipo.
Esta torre corporativa dispone de un diseño innovador, moderno y funcional, pensado a escala humana, donde trabajo y confort se aúnan de manera excepcional. “lo importante es generar diversidad en el urbanismo paceño, aportando con lugares de encuentro para los peatones y ofreciendo materiales nobles que brindan un espacio de cómoda y versátil distribución”, expresa el arquitecto Palza.
En todo caso la industria de la construcción, no solamente provee de comodidad a los habitantes y trabajo a muchas familias, sino que es un componente esencial para hacer crecer la economía del país; es el motor que impulsa el desarrollo y el camino hacia un mejor futuro.
Este proyecto surge porque la empresa constructora que lo ejecutó forma parte del grupo GEDESA, que tiene más de 75 años en Bolivia y que vio la necesidad de contar con oficinas propias en la ciudad de La Paz. “El costo de construcción en Bolivia es limitado, porque no se puede elevar mucho el precio de venta, como pasa en otros países”.
Eso dificulta hacer muchas cosas innovadoras o diferentes. Sin embargo, en el caso de COSTANERA 1000 les han permitido construir saliéndose un poco del costo promedio, lo que ha permitido tener este tipo de arquitectura. Cuando el cliente está dispuesto a pagar un poco más, es posible hacer una infraestructura bastante diferenciada.
El Ing. Juan Pablo carreras, sumergido en el mundo de la construcción comenta que la falta de espacio para nuevas edificaciones en la ciudad de La Paz, se tiene que ver de manera diferente. “No podemos, creo yo, seguir ejecutando edificios en 300 metros cuadrados; es necesario cambiar ese criterio y edificar en superficies mayores, idealmente manzanos completos. Tenemos que comenzar a pensar en el desarrollo de la ciudad con otra visión, y este pensamiento no solo debe ser del interés de los constructores, sino también de los compradores y de la sociedad en general”, afirma.
Ante la dificultad de encontrar estacionamiento que hoy existe en la ciudad de La paz, el edificio dispone de una amplia dotación de plazas de parqueo: 100 en total, dispuestas en dos niveles subterráneos. Esto garantiza una gran disponibilidad de espacio tanto para las visitas como para los propietarios. Se accede al parqueo mediante un control de acceso que permite la entrada y salida de vehículos las 24 horas del día.
COSTANERA 1000 cuenta con vigilancia mediante cámaras interiores y exteriores. Adicionalmente se dispone de un servicio con personal de vigilancia las 24 horas y un registro de visitas en la entrada, además de sistemas de detección de incendios y salidas de emergencia en cada piso. (Freddy Illanes Vedia)
(panbolivia.net/WordPress) 11/9/22, La Paz.
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