Por: Mario Daza Castellón
In Extenso (PAN BOLIVIA) La Paz.- Los gobiernos chilenos, durante más de cien años se comprometieron entregar un acceso soberano al mar, situación que fue explotada para sacar ventaja del comercio boliviano que sale por Chile a sabiendas que el país no cuenta un acceso directo al Pacífico y bien refleja la frase del Agente en la Haya Eduardo Rodríguez Veltzé, Chile sigue anclado en su historia y diplomacia, según declaró, luego de haber concluido la fase de alegatos de los juristas chilenos.
Si se suman las recaudaciones económicas por importación y exportación que generó Bolivia durante más de cien años, seguramente los montos sobrepasan la imaginación, costo alto que le cuesta a Bolivia ante un aprovechamiento por parte de chilenos y peruanos que ven en Bolivia un buen negocio, mientras utilicen sus territorios es dinero para ambos países y es una de la razones para no querer solucionar el acceso marítimo soberano de Bolivia, ya que terminaría el negocio de ambos países vecinos.
Durante este tiempo los chilenos, armaron una serie de tramoyas para alargar la mediterraneidad boliviana, sacando provecho del comercio con mayor ventaja para Chile, pues si haríamos cuentas de cuánto de dinero hemos pagado por el paso de mercadería por Arica hasta la fecha, muy probable que ya habríamos podido adquirir todo el territorio de los 400 kilómetros de costa que nos arrebataron los chilenos, mediante una invasión armada y Bolivia defendió su territorio “No existe la figura que Chile ganó la Guerra en 1879”, por el contrario, por la fuerza obligaron al enfrentamiento y a la firma de documentos.
Se trata de más de 120.000 Km.2 de territorio con Chile, donde efectivamente están las poblaciones de los puertos de Tocopilla, Mejillones, Antofagasta, además de los territorios de Caracoles, Cobija y Calama.
HACIA EL NORTE
En caso de ceder una salida al mar por parte de Chile, afectaría a su economía, especialmente a los habitantes del norte que en mayor o menor grado viven del movimiento de mercadería que Bolivia mueve en puertos chilenos a cada minuto, además de beneficiarse con otros servicios que utilizan los bolivianos en la región norte de Chile, en consecuencias garantizan sus ingresos económicos con el movimiento de mercadería de nuestro país.
FALSOS COMPROMISOS
Chile generó falsos compromisos sobre el mar durante años, bajo la condición de nuestro enclaustramiento de Bolivia, sacando ventaja en el comercio que realizamos, no le interesa la relación diplomática, pero si la comercial, razón por la que mantiene abierta sus fronteras para que haya un tráfico significativo e incluso fomenta el contrabando, siendo que algunos malos los comerciantes bolivianos caen en esta figura.
En ambos casos como la comercial y el contrabando es la política de Chile, no le interesa “vender basura” a Bolivia legal o ilegal, lo importante es que existan mayores ingresos para que sus habitantes del norte tengan mejores condiciones de vida, gracias a los ingresos que deja Bolivia, debido a su condición geográfica obligada y que esa lectura está siendo manejada por los chilenos durante años para hacer su negocio.
Pues lo alegatos en la Haya, dieron como resultado estas revelaciones y por cualquier motivo insisten en una solución parcial y no plena, ya que su economía caería en caso de dar un acceso soberano del mar a Bolivia.
En otras palabras, Chile generó falsas expectativas sobre el mar para ganar dinero y alargó el enclaustramiento con mala intención para sostener un control del comercio que según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) refleja que es desigual, pues entre el 2007 y 2017 las exportaciones hacia Chile sumaron 1.190 millones de dólares, y las importaciones alcanzaron los 3.969 millones, dejando un saldo negativo de 2.780 millones para Bolivia.
En el 2017, se destacaron las exportaciones de minerales de plata, representando el 23% sobre el valor total exportado hacia el vecino país, en las importaciones el diésel tuvo una participación del 25% sobre el total importado.
Lo que implica que los chilenos, mediante los comerciantes bolivianos introducen 4 a 1 los productos chilenos, legales o de contrabando por las fronteras bolivianas, entre frutas, vehículos, línea blanca, cosméticos, enseres de higiene personal y de cocina, comestibles entre algunos.
El supuesto intercambio comercial es perjudicial para la poca industria que tiene el país y que los gobernantes hacen poco por detener el ingreso de mercaderías, aunque los controles de la Aduana Nacional en los últimos años se intensificaron, pero sigue siendo insuficiente.
Sin embargo la figura demuestra que gracias a los ingresos que deja Bolivia en Chile, progresaron en los últimos años Arica, Iquique y las otras regiones del norte chileno.
PERÚ EN LO MISMO
Mientras que Perú asumió la misma actitud, ya que en su momento estuvo en sus manos de solucionar la mediterraneidad de Bolivia, pero en las diferentes ocasiones negó esa posibilidad, siendo la más evidente en 1975, que intentó compartir un corredor propuesto por Chile, como parte de un negocio e intentando sacar provecho y ventaja de la necesidad de Bolivia.
Ahora se entiende la cesión del Puerto de Ilo por parte de peruanos, quienes utilizaron la misma tesis de los chilenos de explotar y ganar dinero con nuestra exportaciones e importaciones, porque bien saben de la necesidad boliviana de la utilización de los puertos para sacar o meter mercadería, tomando en cuenta que efectivamente por mar los costos de transporte son más directos.
En resumen Chile en la Haya, intenta disfrazar la verdad histórica sobre la usurpación marítima de Bolivia, con documentos que pretenden justificar los injustificable, ya que de manera repetitiva aceptó la demanda, reconociendo que algo pendiente tiene con Bolivia y es la salida al mar, que efectivamente está pendiente durante más de 138 años y durante casi seis generaciones les contaron a los ciudadanos y militares chilenos historias inventadas por los visto y ahora pretenden tapar el sol con un dedo.
Es cierto que Chile se comprometió, a través del Tratado de Paz de 1904 que puso “fin a la invasión chilena”, mal denominada “Guerra del Pacífico” entre Bolivia y Chile de 1879, a permitir el “libre tránsito” de productos bolivianos por puertos chilenos.
Sin embargo este acuerdo es constantemente vulnerado al subir los precios portuarios, es la principal violación que hace Chile porque, de manera unilateral, asume medidas en temas ambientales, viales, de frontera, aduana, servicios, monopolios y privatización, siendo una violación al Tratado de 1904, bajo el argumento de que ellos son soberanos y supuestamente no dan una tarifa preferencial, no es cierto, “es una obligación escrita”, que tampoco la cumplen los chilenos.