Metro Cuadrado.- En algún momento el municipio advirtió del peligro de la gran cantidad de cables colgados entre un poste y otro en las calles de la ciudad paceña, sin embargo, las empresas que utilizan y suministran servicios mediante este material no se inmutan siquiera de mejorar este tipo de instalaciones, que por lo general son de servicios públicos.
En varias ocasiones los cables provocaron cortos circuitos en las calles, cedieron los postes por el peso de los cables, ni aun así, ordenan el enredo que existe con los cables en calles del centro de la ciudad de La Paz y similar situación debe ocurrir en otras ciudades del país.
POR EL AIRE
Entre empresas telefónicas, de electricidad, cables de televisión, internet y otros se reparten el problema, pero que ninguna que invade el espacio aéreo, toma la previsión del peligro que corren los ciudadanos por debajo de estas instalaciones, es más, si existe alguna regulación precisa, no la cumplen, similar situación a la que plantean los choferes del transporte público, no les interesa los usuarios, ellos pueden hacer lo que les dé la gana, convirtiéndose en “sociedades y grupos supuestamente independientes” dentro de la comunidad paceña “no quieren ser multados, menos controlados, aun peor que se le diga algo”, razón que los ciudadanos paceños sugieren que desaparezcan los sindicalizados.
Como existen diferentes líneas de minibuses, es casi lo mismo con las empresas telefónicas y electricidad que de manera indiscriminada extienden sus cables por toda la ciudad para prestar sus servicios; por ejemplo; televisión por cable, telefonía móvil y local, Cotel, compañías de internet y electricidad que deberían dar ejemplo de una instalación.
También quienes construyen su casa arrastran electricidad de los postes, sin ninguna previsión y menos seguridad para su familia, se pueden observar instalaciones improvisadas en los barrios de la ciudad.
A estas empresas no les interesa la seguridad de los ciudadanos, es instalar como sea y donde sea, colocando una abrazadera o alambres de amarre.
A esto hay que sumar que los postes de luz o de otros se han convertidos en apoyadores directos de vallas publicitarias que van de poste a poste y son colocados con alambres que se quedan como parte del decorativo de los postes.
POR TIERRA
El asunto no queda ahí, esto es por el aire y por tierra, ni se le ocurra ir por la calle Apumalla, porque al caminar por la vereda o acera se encuentra con una serie de cables de alta tensión de soldadura electrónica y en cualquier momento podría ser electrocutado o finalmente resbalar por pisar el cable. Pero no es en el único lugar, existen otros en la ciudad.
Un mal hábito de algunos ciudadanos, que ocupan las aceras de la calle como parte de sus instalaciones de trabajo, efectivamente no es delito que trabajen, pero tendrán que hacerlo dentro sus instalaciones, tiene que haber un límite.
Otro tanto es de los comerciantes que copan las aceras de calles y avenidas, como si fuesen dueños y al final los ciudadanos tienen que caminar por las vías, esquivando a los vehículos. No debería ser necesaria la intervención del municipio por el contrario se refiere a la conciencia de la gente que se dedica a perjudicar a otras, deberían evitar esta situación, pero al parecer estamos muy lejos de respetarnos entre habitantes. rc/jl/md/PAN Noticias