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In extenso (panbolivia.com) junio de 2020, La Paz, fotografías: Manuel Calvo.- En tiempos de humedad del altiplano andino boliviano, entre septiembre y febrero, la región se convierte en toda una pradera de flores hermosas y vistosas que muestran su esplendor y colorido, compitiendo con los sembradíos del lugar.
Pese la aridez y frío, en sectores del altiplano boliviano se encuentran valles ocultos, donde fácilmente se produce frutas de distintas variedades, como la población de Luribay o Sapahaqui entre algunos que prácticamente se encuentran a las faldas del cordillerano nevado Illimani, siendo lugares tradicionales de sembradíos de frutas y hortalizas.
Contrariamente a ese panorama el altiplano boliviano, sin bien es seco y frío, pero llega un momento que por efectos de las estaciones y la misma naturaleza rebrota como un manto verde entre ellas las flores a doquier y que exhiben sus formas, colores, ubicaciones en zonas altas de Los Andes.
Esta situación provoca caminar libremente y apreciar estas plantas fantásticas que de repente aparecen y luego desaparecen, el caminar a campo traviesa y agudizando la vista uno puede ver todo un mundo de insectos, plantas silvestres, flores maravillosas. En tiempos secos son los cactus enanos que se encargan de mostrar su exoticidad, flores, que se expanden en la región en diferentes tamaños y toman cuerpo cuando gran parte de las plantas esperan la humedad para nuevamente surgir y mostrar sus colores.
Saliendo de la ciudad de La Paz, casi en dirección a Tiwanaku, Guaqui, Desaguadero, caminando a campo traviesa y buscando flores silvestres y aunque no estábamos muy seguros de encontrarlas, pues cuando se habla del altiplano con certeza se asocia a que no crece nada, quizás por el frío, nada menos cierto, ya que ocurre todo lo contrario y la naturaleza se encarga de mostrarnos una parte de las bellísimas flores y de colores totalmente vistosos, que a la distancia no se las pueden identificar con facilidad.
Caminando por el altiplano y con la amenaza de lluvia encima, encontramos pequeñas flores pegadas a la tierra, algo así como botones adheridos al piso, el colorido es algo único con el fondo verde de las hojas.
UNA PRADERA ALTIPLÁNICA
Por la región del Lago menor del Titicaca, las flores comienzan aparecer y de repente salta la idea de que los antiguos pobladores tiwanacotas, tuvieron que ver estas bellas praderas altiplánicas y es posible que esta haya sido una de las razones para habitar la región y construir verdaderos monumentos arquitectónicos, que sin duda alguna son la admiración de propios y extraños.
Flores amarillas, blancas son las que más se encuentran, sin embargo, las más exóticas son las de color lila, morado, rosadas, que se muestran imponentes en medio de espinas y la soberbia paja que cubre todos los sectores como tratando de ocultar la belleza de las flores, y estas brotan en lugares estratégicos.
Luego de haber recorrido durante el día, pudimos satisfacer nuestra curiosidad, encontramos margaritas, trébol, kantutas, boca y sapo entre muchos. Otras crecen en racimos y de manera individual, agrupadas en sectores.
LLAMAN LA ATENCIÓN
Mientras que en la región Tiwanaku, encontramos a la más bella, una de color lila que parece una corona de tamaño mediano, su planta muy espinada y siempre está rodeada de abejas grandes, porque produce bastante polen.
Otra que llamó nuestra atención, fue la de un color magistral muy familiar, similar a la bandera boliviana, rojo amarillo y el tallo verde, su forma tan peculiar la hace muy vistosa, pues es como petardos repartidos alrededor del tallo.
En parte de los cerros y en las mismas faldas se las pueden ubicar, algunas en sembradíos, pero con mayor frecuencia en las grandes extensiones del altiplano boliviano.
En dirección a la frontera norte y en la parte alta de los cerros, las flores se muestran coquetas mezcladas con las verdes k´hoas, Wira Wiras de color plomizo, planta medicinal para curar la tos.
El propósito de esta expedición fue mostrar la belleza de las flores del sector del altiplano, que impresionan por sus formas, colores y tamaños, pero que entre los habitantes de la región posiblemente pase desapercibido. Esta realidad elimina el criterio de que en el altiplano andino boliviano no crecen flores por la altura.
LOS CACTUS
Los diferentes cactus en flor se yerguen a la distancia y donde los picaflores hacen su festín, ya que estas plantas tienen mucho polen y flores grandes, entre blancas, amarillas, rosadas, rojas. Son tan llamativas que viven agrupadas por lo general y sus frutas son deliciosas.
A esto hay que sumar los cactus enanos que crecen al ras del piso y al igual que sus hermanos gigantes producen fruta, tiene un sabor especial y no es muy dulce al contrario tiene un sabor neutro.