IN EXTENSO.- A denuncia de unos vecinos de la zona de Irpavi, un operativo de varias unidades municipales y efectivos policiales intervino la noche de este viernes una actividad económica que no tenía licencia de funcionamiento y en su interior se realizaba una fiesta clandestina con la presencia de más de cien jóvenes que se encontraban en estado de ebriedad.
“La música era tan fuerte que cuando estábamos a unas cuadras del lugar ya se escuchaba el sonido. Eran jóvenes aparentemente universitarios que estaban al interior del local con sus mochilas y se encontraban en estado de ebriedad. La actividad económica es un restaurante que no cuenta con licencia de funcionamiento.
En el momento de la intervención y al percatarse de la presencia policial, los jóvenes agarraron sus mochilas y salieron despavoridos del lugar”, informó la subintendente del macrodistrito Sur, Mariela Molina.
Informó que el personal de Seguridad Ciudadana, Intendencia, Guardia Municipal y Subalcaldía Sur se constituyó en inmediaciones de la calle 18 de la zona Irpavi para intervenir la actividad clandestina.
Según la funcionaria edil, luego de la intervención municipal y policial, los jóvenes que se encontraban en el lugar habrían manifestado que se les había cobrado un monto para el ingreso al local en el que se pudo verificar la existencia de una especie de escenario con juego de luces y la presencia de personas controlando la música y animando la fiesta clandestina.
“Había alrededor de 120 jóvenes que se encontraban en estado de ebriedad. El lugar estaba increíblemente lleno y se pudo verificar que sí hubo venta de bebidas alcohólicas ya que los jóvenes que iban saliendo indicaron que se les había cobrado 30 bolivianos para el ingreso mediante un QR que se encontraba pegado en la puerta de la actividad económica”, aseveró.
Vecinos de la zona salieron a manifestar su molestia ante la existencia de esta actividad económica y denunciaron que no sería la primera vez que se organiza este tipo de eventos con un volumen de decibeles bastante elevado perturbando la tranquilidad en la zona.
“Los vecinos del sector señalaron estar cansados de este tipo de organización de eventos en el lugar y sobre todo por el volumen desmedido del sonido ya que según sus declaraciones ésta sería la tercera oportunidad en la que se realiza este tipo de fiestas. Personal de la Intendencia Municipal procedió a la emisión de los formularios 263 y 264 por no contar con licencia de funcionamiento y menos para organizar este tipo de eventos”, afirmó el coordinador macrodistrital de la Dirección de Seguridad Ciudadana, Alejandro Quiroga.
La fiesta clandestina se desarrollaba en el jardín de la casa que funcionaba como restaurante, pero no contaba con licencia de funcionamiento. Personal de la Guardia Municipal y de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (Utop) se hizo presente en el lugar y se procedió al desalojo de personas y cierre de la actividad económica.
“Pudimos constatar la existencia de botellas de bebidas alcohólicas por todo lado, muchas de ellas ya estaban vacías y según los vecinos la fiesta clandestina habría iniciado aproximadamente a las 16:00. El ambiente era una casa con un jardín relativamente grande, donde había mesas y sillas”, señaló Molina. rc/jl/amun/rp/panbolivian.net