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Inextenso (panbolivia.com-WordPress) noviembre 24 de 2021, La Paz/Tarija.- El gobierno de Luis Arce no puede controlar el contrabando en las fronteras y peor en las ciudades, donde mafias de comerciantes dominan el rubro e ingresan mercaderías por Argentina, Perú, Paraguay, Brasil, Chile, Paraguay desde galletas hasta medicamentos.
Según los datos, el país pierde 300, 400 hasta 500 millones de dólares por el contrabando y que el mismo se interpreta en el pobre control que tiene el gobierno en las fronteras, donde existen controles un tan disimulados para requisar la mercancía. Sin embargo, y pese a eso sigue ingresando mercadería.
Por ejemplo, en el sector de Desaguadero frontera con el Perú, persiste el ingreso de alimentos y donde el puente fronterizo se puede observar chipas de papa, zanahorias, tomate y otros o mantequilla, galletas, refrescos e incluso productos de imprenta.
Los controles no cumplen su función y pues la mercadería pasa y repasa en sus narices y es correcto deducir que son cómplices y tampoco le interesa detener a los infractores, mostrando de esta manera un cierto patriotismo por el país.
Los funcionarios tan solo observan y la policía tiene una vida muy tranquila y no interviene. En el trayecto hasta la ciudad de La Paz en las trancas pasan como si nada. Entonces ¿cuál es el trato con los contrabandistas y los aduaneros?
CON ARGENTINA
Al igual que en Perú de la misma manera es el trajín de contrabando en el puente de Villazón y entre más arriba o si quiere más abajo es la ruta de lo ilegal con improvisados “gomeros” o balsas improvisadas de neumáticos de autos e incluso observamos pasa un refrigerador parado y nadie dice nada “los aduaneros viven felices”. Paquetes de Coca cola, vinos, jabón, cerveza Schneider de pésima calidad, arroz que luego son reembolsados en Bermejo como marca nacional. En este trayecto existen depósito de mercadería informe un conductor “en Villazón existen depósitos y la aduana no dice nada las autoridades dejan pasar y dejan hacer”, sostiene.
Mientras el gobierno mediante el viceministro de Lucha contra el contrabando Daniel Vargas intenta justificar el inmenso contrabando que se puede observar en los mercados legales e ilegales.
Deficiente como pobre es la labor del viceministro que desde su escritorio conjetura situaciones fuera de la realidad, como que existen familias enteras que se dedican al contrabando y supone también de la existencia de depósitos en varias regiones de mercadería de contrabando, que también supone.
El mismo caso es con la frontera con Chile que permite el contrabando con mayor incidencia de vehículos, televisores, mermeladas, línea blanca y otros productos.
Finalmente, con Brasil la situación ya es normal, en el caso del Beni, Pando y Santa Cruz, donde el control aduanero es cero y los efectivos policiales y aduaneros tan solo miran y el contrabando es rutinario en grande como en pequeño. (rc/bs/md)