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*Argentina en la final por la boca de su arquero.
*Fifa debe reglamentar intimidaciones y hostigamiento extra deportivas.
In extenso (panbolivia.com) julio de 2021, La Paz.- “Estas nervioso, estas nervioso”, “ya sé cómo pateas”, “recuerdas que ya tape penales”, “te vas equivocar”, gritaba a vista y paciencia del árbitro que no dijo nada al escuchar intimidar y hostigar el arquero argentino a los jugadores colombianos que fueron a patear el penal y donde quedó eliminado.
La FIFA deberá reglamentar esta actitud extra deportiva a futuro que últimamente se hace un hábito entre algunos jugadores que trabajan de manera psicológica con el rival, ya que el fútbol es un juego de habilidad y fuerza y no precisamente un juego de palabras, que fuera de ser leal, es discriminador e incluso puede provocar la reacción del hostigado agrediendo y provocar que el árbitro pierda el control por las acciones extra deportivas.
La situación efectivamente no está reglamentada “intimidar al rival con palabras” para disminuir su rendimiento y no es nada ético.
El arquero argentino Emiliano Martínez paró tres pelotazos al arco, tras intimidar y hostigar de manera grosera a los futbolistas colombianos, mientras el árbitro se hizo de la vista gorda que estaba escuchando.
Algunos futbolistas argentinos no tienen un juego leal y tiene mañas extras deportivas como los “piscinazos” o “teatro” de falta que de manera constante realizan, intentando engañar al árbitro que sabiendo del tema no saca tarjetas amarillas.
Los delanteros argentinos están adiestrados para engañar al árbitro y aparentar una falta, Mejor si es en el área del arquero, pues este engaño debe ser sancionado con tarjeta amarilla por fingir, aunque eso no ocurre y donde se incluye a Messi y Neymar de Brasil, Suárez de Uruguay y otros que han perfeccionado el engaño.
Aparentan de tal manera las faltas que las caídas son de película, con el fin de impresionar al árbitro que caen en ese engaño desleal al fútbol que va en contra del rival. También el aprovechar alguna caída para dañar al rival.
A eso se suma un tercer aspecto que juegan de manera hábil con las manos y la boca contra cualquier árbitro, que incluso se ven ordenados por los jugadores argentinos y “atontan” al árbitro por los reclamos de varios futbolistas obviamente enseñados.
Estas mañas han desarrollado algunos futbolistas de clubes y selecciones y que son adiestrados desde las divisiones inferiores y el fútbol se está convirtiendo en una pelea y lo importante es ganar como sea y todo vale.
Es urgente que la FIFA reglamente estos hechos extra deportivos, ya que este deporte es un ejemplo para los niños, caso contrario tendremos que anunciar a futuro que se juegan campeonatos del fútbol de mañudos y dejará ser de entretenimiento y pecará de ser un ejemplo deportivo y el campeón de cualquier torneo nacional o internacional será el ridículo.
En la misma línea se encuentra la selección brasileña, que al igual que Argentina no les gusta perder y gana como fuese, con la boca, mañudeando, teatralizando las faltas de manera espectacular.
Efectivamente las frases intimidantes del arquero de Argentina frenaron los penaltis de Colombia, en una actitud nada deportiva.
Argentina enfrentará a Brasil este sábado en la final de la Copa América, pero quien salga campeón no será digno de la representación Sudamericana ¿será un campeón de mañudos?
Colombia planteó un emocionante partido en el que los gauchos lograron derrotar a los cafeteros en una definición por penales en las semifinales.
Cuando Yerry Mina de Colombia se adelanta para patear su penal y Emiliano Martínez lanza la “psicológica” y los micrófonos de ambiente del estadio Olímpico Nilton Santos agarró los gritos del arquero argentino y que no fue ninguna conversación como reflejan algunos medios.
Se trata del arquero argentino Damián Emiliano Martínez que tiene 28 años y en septiembre del 2020 pasó a ser más reconocido en su país natal tras convertirse en el arquero argentino más caro de la historia: Aston Villa le compró su ficha a Arsenal a cambio de 21,5 millones de euros.
El marplatense, sin embargo, había empezado a ver su nombre en los medios nacionales algunos pocos meses antes, cuando tuvo la gran chance de ocupar el arco de los Gunners en el tramo final de la temporada 2019/20, después de una década en Inglaterra en la que pasó la mayor parte del tiempo sentado en el banco del conjunto londinense o cedido en clubes del ascenso inglés. (rc/md/dp)