IN EXTENSO/CULTURA (Por: Gerardo Ichuta I.).- Al noroeste del departamento de La Paz, se encuentra la Provincia Batista Saavedra, hogar de uno de los grupos étnicos bolivianos más conservadores de su cultura.
A siete horas de viaje, tomando la ruta por el altiplano norte, se halla ubicada, en un valle profundo, la localidad de Charazani, capital de la provincia y primera sección municipal que se complementa con el municipio de Curva para conformar el total del territorio.
Esta provincia posee una gama variada de pisos ecológicos, desde las cumbres del Koanzani y el Akhamani, pasando por las llanuras altoandinas y los profundos valles templados, hasta las zonas bajas de frondosa vegetación.
Los Kallawayas, médicos itinerantes
La variedad climática, precisamente generó el aprovechamiento de la diversidad de plantas para darles un uso medicinal, ya desde tiempos precolombinos, cuyos gestores fueron los antiguos habitantes de estas tierras, los puquinas. Esta tradición fue preservada por médicos herbolarios, denominados kallawayas que recorrieron durante el incanato, diferentes regiones del Tawantinsuyo.
Durante la época colonial y republicana, estuvieron por la costa del Pacífico, el norte argentino, la sierra peruana, el Ecuador e incluso llegaron a Colombia donde se los conocía como moñones. Alcanzaron gran fama al ser convocados para buscar un remedio para curar la malaria que cundía ente los trabajadores que construían el Canal de Panamá y lo consiguieron al utilizar la planta llamada quina.
Actualmente se les puede ver aún, aunque ya no viajan a lugares lejanos, portando multicolores bolsas tejidas a mano, conocidas como capachos en cuyo interior guardan diferentes plantas medicinales y amuletos.
El khantu, la música terapéutica
Quizás tuvo como antecesora a la desaparecida música del twayllu, sin embargo, hoy, el khantu tiene un estilo muy original, utilizando sikus (instrumentos similares a las flautas de pan) de diferentes tamaños, bombos grandes y el triángulo o chiñisco.
El khantu es claramente diferente del tradicional sikuri propio de la provincia Camacho. Hoy por hoy se argumenta que el khantu es una música terapéutica para sanar el alma, lo certero es que esa música, agradable, por cierto, engrana bien con la paz y quietud de los valles interandinos donde se ejecuta.
Los intérpretes más afamados del khantu, son los músicos de las comunidades de Quiabaya, Niño Corín y Chullina. A pesar de que el khantu era una expresión musical propiamente, los pobladores de Charazani, le agregaron una parte dancística con una peculiar y cadenciosa coreografía de parejas de bailarines.
El arte del tejido y la vestimenta, factores de diferenciación
Algo que llama la atención al visitar las distintas localidades de la provincia son por ejemplo Charazani y Amarete, es la vestimenta que usan principalmente las mujeres y principalmente en eventos festivos.
La llijllas (mantones) son de colores vivos, donde resaltan el verde, el rojo y el azul. Son de amplio pallai que son bandas dentro el tejido, donde las tejedoras despliegan su imaginación y destreza para realizar intrincados diseños.
Las llijllas junto a las también coloridas winchas, antagonizan con los ajsus, que son los vestidos tradicionales, enteramente de color negro.
Sutiles diferencias en el color y diseño de los tejidos usados, diferencian a las mujeres de las diferentes poblaciones cercanas a Charazani, como ser Caata, Chajaya o Curva, pero difieren completamente de los tejidos usados por las mujeres de la región de Amarete pues son de colores naranja, verde y amarillo.
Merecido Reconocimiento
La cultura Kallawaya fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial e Intangible de la Humanidad por la UNESCO el año 2001. Este reconocimiento fue un logro alcanzado gracias al esfuerzo de los charazaneños y de los residentes que radican en la ciudad de La Paz.
Este 17 de noviembre pasado, la Provincia Bautista Saavedra estuvo de aniversario y se organizó un desfile cívico con la participación de autoridades locales y departamentales.
Por la tarde hubo un concurso de conjuntos autóctonos de los distintos cantones que conforman esta provincia. Fue un gran festejo y no es para menos, pues se lo merecen. LA PAZ/CAMINANTE-cultura/ PAN Noticias/gerard.ichu@gmail.com