IN EXTENSO.- Casi a medianoche de este domingo, comenzó el incendio de la ropa de la Asociación ‘27 de julio’ lo que provocó en el mercado denominado Mutualista, en Santa Cruz, y los vecinos como los propietarios desesperados comenzaron a hacer «escapar» su mercadería mientras el fuego se expandía a los otros puestos.
Los propietarios de los puestos alarmados buscaban de que manera romper las cortinas metálicas y así salvar sus productos de las llamas, ya que el mismo avanzaba sin dar tregua a los ciudadanos.
Un carro de bomberos de la Policía llegó al lugar y comenzó los trabajos para sofocar el fuego que en cuestión de minutos había afectado al menos unas cien tiendas y continuaba extendiéndose.
Un total de inco carros bomberos habían llegado a la zona pero el incendio ya estaba fuera de control, los comerciantes buscaban la manera de poner a buen recaudo su mercadería y el fuego continuaba avanzando pese al esfuerzo los Policías y bomberos voluntarios.
Vecinos y policías ayudaron para apagar el fuego para evitar que también otros puestos sean afectados por el incendio.
Luego de tres horas el fuego continuaba extendiéndose producto del material inflamable (telas en especial) que había en las tiendas de este importante centro de abasto de la ciudad, no se trataba de mercadería barata o de gente «humilde» por el contrario eran depósitos de rollos de telas de gente bien acomodada entre los vendedores.
Los raro del asunto es que se escuchaban explosiones como de balas y los bomberos presumieron que se encontraban dentro de los puestos y claro con la confusión no se pudo detectar el depósito que tenías al parecer municiones.
Finalmente pasadas las 03:00 horas de la madrugada, el trabajo de parte de bomberos, tanto de la Policía, como de voluntarios prosiguió en el mercado Mutualista, pero ya habían sido consumidas decenas de depósitos por el fuego y los negociantes no podían hacer nada, algunos lograron salvar sus objetos y telas en especial. Los venteros sospechan que son el grupo de masistas que ronda, realizando desmanes y cuando no se van a las marchas obligadas «nos amenazan con incendiar nuestro puesto», sostiene Gabriela una de las dueñas de los depósitos.
(panbolivia.netWordPress) 1/8/22, Santa Cruz.
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