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inextenso (panbolivia.com).- En la provincia Yamparaez del departamento de Chuquisaca se encuentra Tarabuco a una altura de 3.284 m.s.n.m. Tiene una población de más de 20.000 habitantes y se puede llegar desde la ciudad de Sucre, capital de Bolivia en una hora y media de viaje.
La región esta rodeada por comunidades de tejedores de la cultura yampara(son expertos que tejidos y de gran belleza), es uno de los centros indígenas de atracción más importante por sus danzas, su música, sus vestimentas y sus tradiciones que mantienen vigente hasta hoy en día.
El mercado rural más grande de Bolivia se encuentra en Tarabuco. La tradicional Feria Dominical fue instaurada en época de la colonia. Asisten miembros de diferentes comunidades aledañas luciendo sus maravillosas vestimentas, apreciadas en especial por la calidad de sus tejidos.
Acuden para oír misa en el idioma quechua, realizan un intercambio de productos agrícolas (trueque) y vender sus textiles y artesanías, creando de esta manera en el pueblo una fascinante feria de cultura viva.
Es el evento semanal más importante para esta población y sus alrededores, donde los visitantes también encontrarán artesanías en todas las variedades cerca de la plaza.
Cada tercer domingo de marzo se realiza una de las manifestaciones culturales nativas más interesantes de América del Sur, en recuerdo a la Batalla de Jumbate que se llevó a cabo el 12 de marzo de 1816, cuando los españoles fueron derrotados por los indígenas, durante la guerra de la Independencia y celebrando al mismo tiempo la renovación de la vida y la abundancia traída por la época de las lluvias.
Durante la fiesta del Pujllay o “Juego”, en un desfile de colorido sin igual, se trasladan los danzarines, suntuosamente vestidos, hacia la Pukara, un gran altar bellamente adornado con alimentos. Incansablemente bailan en círculos a su alrededor al son de varias flautas y una especie de clarinete de cuerno.
Los sonidos, bailes y atuendos evocan al «Tata Pujllay», ente demoníaco y fecundo que posee una energía desbordante. El Pujllay con su música y sus danzas está inscrito como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO desde 2014. (rc/md-soysucre)