D´BOLEA/LA PAZ.- El atleta boliviano, Héctor Garibay, ubicado en el puesto 60 entre los maratonista del mundo, llegó la madrugada de este martes al aeropuerto de El Alto y declaró un tanto frustrado por la experiencia de los entrenamientos entre dimes y diretes por dinero, casi convencido que «Siempre agradecido con la familia, más que todo, porque ellos están en las buenas y en las malas, ellos siempre son el pilar fundamental. Si no era el apoyo de mi familia, yo creo que ya hubiera dejado el deporte», afirmó Garibay.
MUNDIAL DE ATLETISMO
El fondista dijo que intentará buscar la marca mínima para el Mundial de Atletismo en Tokio. Siempre estoy muy contento de representar a Bolivia y llevar el nombre de Bolivia en el pecho, nos motiva, tenemos que seguir hasta cuando las piernas nos funcione».
Pero, quizás la novedad sea que el maratonista pretende entrenar en el estadio del país, con la finalidad de mejorar su técnica.
«Debemos levantar la cabeza y prepararnos para el futuro. Es momento de salir y ya hemos tratado de conversar con algunos entrenadores. En unos dos meses, ya vamos a tratar de prepararnos en el exterior. Vamos a ver dónde nos conviene, tal vez México o Colombia, pero esta vez sí vamos a ir a prepararnos afuera», comentó.
Como se sabe en el maratón de 42 kilómetros marcó 2 horas, 15 minutos y 54 segundos para ubicarse en el puesto 60 de los 81 competidores, tiempo que no le dejo muy satisfecho.
Como casi es normal intento justificar el puesto, como normalmente hacen todos los atletas que corren a nivel internacional al decir que estuvo afectado emocionalmente por la muerte de su padre. «Algunas veces sí afecta la parte emocional, pero hemos tratado de estar muy concentrados porque sabíamos que teníamos que correr una prueba muy difícil y no hemos querido descuidarnos de eso. Este ciclo olímpico, para mí, ha sido muy complicado desde principios de año porque tuvimos una pérdida», añadió.
Se refirió al apoyo recibido «No me esperaba que hubiera muchas banderas bolivianas y la gente alentando. Entonces, no me sentía solo. Al pasar los kilómetros, escuchaba el apoyo de los bolivianos, veía flamear la bandera rojo, amarillo y verde. Nos motivó a cumplir la carrera». D´bolea/deportes.