IN EXTENSO/LA PAZ.- El legislativo se manejan entre corruptos, violadores, borrachos, chanchulleras, negociantes de pegas y la constante es que son del MAS y no son sancionados por el contrario los apoyan los de su partido y bancada, siendo que hasta el momento ni siquiera les llaman al atención y en realidad pretenden hacer lo que les da la gana, por supuesto que no son todos.
Por ejemplo; el presidente de la Cámara de Diputados, Israel Huaytari, tiene denuncias por corrupción e influencia en cargos administrativos y legitimización de ganancias personales, Mientras funcionarios de su grupo fueron echados de sus cargos como al Oficial Mayor, el jefe de Recursos Humanos y otros funcionarios por “irregularidades dicen”, cuando en realidad fue por corrupción del grupo de Huaytari.
VIOLADOR
Otro funcionario también fue marginados por violación aprovechando de su poder, sometió a una mujer incluso en las mismas oficinas de diputados del MAS.
TRATA DE TRAFICO DE JAUREGUI
El diputado cochabambino Juan José Jáuregui, de la bancada del MAS, fue denunciado en agosto del 2023, por los delitos de extorsión, trata y tráfico y abuso sexual ante la Presidencia de la Cámara Baja. Jáuregui, ofrecía trabajo a mujeres en la Asamblea Legislativa y otras instituciones del Estado, a cambio de mantener relaciones sexuales. Entre sus presuntas víctimas habría menores de edad. Casi es el mismo caso de pedofilia de Evo Morales y ambos casos hacieron desaparecer las evidencias o las investigaciones, es otra constante entre los masistas desde su jefe el cocalero.
La denuncia fue hecha por la senadora Andrea Barrientos, de Comunidad Ciudadana (CC), fue dirigida al presidente de la Cámara de Diputados, mostrando fotografías y audios y quedó en la nada y sigue ocupando cargos de comisiones.
CHANCHULLERA DEL MAS
Hace poco denunciaron una irregularidad (véase video en redes sociales) en la fase de exámenes orales a los postulantes a las elecciones judiciales, según dicen que sucedió en la evaluación oral que está en manos de la Comisión Mixta de Constitución de la Asamblea.
En un video se puede observar a la senadora del ala “evista” del Movimiento Al Socialismo (MAS) Patricia Arce (excaldesa de Vinto, quién hiso un teatro de agresiones el 2019), realizar movimientos con su bolígrafo, marcando la letra en grande con la puntabola, mientras le leían la pregunta, ya tenía la respuesta.
La legisladora estaba escribiendo la respuesta correcta o “dibujando” en el aire para ayudar al postulante y se ve claro que le dio la letra para que el postulante se fije en las manos de la diputada y es evidente que previamente se enseñaron para hacer el “chanchullo”.
LEGISLADOR BORRACHO
Durante la sesión de este miércoles, la Cámara de Senadores, la asambleísta de Comunidad Ciudadana (CC), Daly Santa María, aseguró que su colega del Movimiento Al Socialismo (MAS), Gilmar Huarachi, se encontraba en completo estado de ebriedad.
Huarachi habló, y lo hizo de forma lenta e incoherente. De pronto Santa María se le acercó y le cuestionó por su comportamiento. Mientras su colega del MAS de la Cámara de Senadores, Andrónico Rodríguez, expresó que no entendió «casi nada» de lo que dijo.
Huarachi pidió la palabra, cerca de las 10.30, luego de que el secretario lea el orden del día, específicamente el punto referido a la carta de declinación de una senadora a la comisión especial que investigará la revuelta militar del 26 de junio.
«En verdad, me sorprende que es lo que está pasando en esta Cámara. Le digo, sinceramente, joven Andrónico, actuemos con lo que tiene que ser de lo que tiene que ser», dijo el senador masista.
«No solamente por dictatorial o por obedecer órdenes de que alguien le está mandándole. Aquí el pueblo quiere respuestas y tenemos que dar respuestas del Senado y tenemos, por lo menos yo, una expectativa de usted de que pueda dar una respuesta a lo que estamos pasando en este momento crítico. Yo le pido, por favor, denos una razón de tiempo, hablemos y debatamos en lo que tiene que hacer en circunstancia de lo que es el Senado. Discúlpeme, por favor, si estoy en razón o estoy solamente buscando cierta situación de lo que es en realidad lo que el pueblo quiere. Andrónico lo que el pueblo quiere es renovación, no lo arruines tu carrera política», agregó.
Santa María se le acercó para verificar si se encontraba en estado de ebriedad, revisó los vasos que estaban delante de él y cuando terminó de hablar le pidió que le diga “farfán”. En ese momento, le cortaron el audio.
«Como médica, me acerqué al colega de Oruro y estaba en total estado de ebriedad, total, el aliento y el olor de alcohol se sentía prácticamente desde que me acerqué. Creo que hemos podido evidenciar la falta de coherencia entre lo que piensa y lo que dice”, sostuvo Santa María.
ESTAFÓ Y TRABAJA EN EMBAJADA DE BOLIVIA EN ARGENTINA
Otro caso sonado, fue de la exdiputada del Movimiento al Socialismo (MAS), Lidia Patty Mullisaca, denunciante del caso ‘golpe de Estado’, recibió Bs 1.491.178,13 millones del Fondo de Desarrollo indígena, Originario y Campesino (Fondioc), junto a otros responsables. La masista actualmente trabaja en la embajada de Bolivia en la Argentina en medio de la ignorancia en el cargo y los pocos estudios que tiene y el gobierno de Arce le premió a quien fue parte del desfalco del Fondioc y que hasta ahora no devolvió el dinero entregado a su cuenta.
Ese monto de dinero le fue entregado a Patty por dos proyectos productivos hoy inconclusos en la provincia Bautista Saavedra del departamento de La Paz.
Estos son algunos casos de los masistas entre varios que dejaron hacer y dejaron pasar, además que siguen mal utilizando el dinero de los bolivianos.
LA CORRUPCIÓN DE EVO MORALES
Según La Gaceta de la Internet sobre Evo Morales refiere a que tiene: Un hijo imaginario. En el año 2016 un periodista informó de un posible caso de tráfico de influencias por parte de la gerente comercial de la compañía china CAMC, Gabriela Zapata, que implicaba a Morales por la existencia del hijo que, al parecer, ambos habían concebido. Aquella historia sorprendió a una Bolivia que pasó del asombro a la conmoción cuando su entonces presidente declaró que el pequeño había nacido en 2007 y fallecido a los pocos meses. Semanas después de que este escándalo saliera a la luz, Evo Morales accedió, para acallar los rumores que día a día iban surgiendo, a realizarse una prueba de paternidad. Gabriela Zapata, sin embargo, no se prestó a ello. Fue un patinazo que dio pie a la resolución final y a un alboroto más que agitó las aguas del gobierno: en mayo de ese mismo año, una juez de La Paz, concluyó que no había prueba alguna de la existencia del niño, pero archivó la demanda presentada por Evo Morales. Un año después, a mediados del 2017, Zapata fue juzgada y condenada a diez años de cárcel por delitos de legitimación de ganancias ilícitas, falsedad ideológica, uso de pruebas falsas, contribuciones y abuso de bienes y servicios públicos.
La obstinación por el poder. En noviembre de 2017 Evo Morales logró que el Tribunal Constitucional de Bolivia le diera luz verde a la posibilidad de postularse como candidato a las presidenciales de 2019, pese a que su mandato debía terminar en 2020. El fallo del alto tribunal violó el deseo del 51,3% de los bolivianos que, en el referéndum de 2016, votaron que no a un cuarto mandato de Morales. Éste, fiel a su conducta totalitaria, aseguró que su reelección garantizaría una continuidad democrática y la estabilidad y dignidad del pueblo boliviano. Lo peor, como en todas las dictaduras de izquierda, estaba por llegar.
Corrupción millonaria en el Fondo Indígena. En el año 2015 saltó por los aires la corruptela encubierta del Fondo Indígena, una institución destacada del gobierno de Evo Morales. La intención del proyecto, hasta que Morales llegó al poder, no era otra más que potenciar acciones conducentes al desarrollo de las zonas campesinas. A partir del 2006, fecha del inicio de su mandato, los buenos propósitos fueron echados por la borda. La Fiscalía General del Estado boliviano había destinado casi siete millones de dólares para financiar cuarenta y nueve proyectos del Fondo, pero el gobierno de Morales comenzó a instrumentalizar sus recursos con fines políticos. Muchos de los dirigentes indígenas que sucumbieron a la corrupción fueron, literalmente, prostituidos mientras el gobierno transfería gran parte de los recursos a cuentas propias y de particulares. El del Fondo Indígena fue el caso de corrupción más grande y destructivo para el Movimiento Socialista. Fue el claro reflejo de hasta dónde llega el nivel de corrupción e impunidad que reina en el Estado Boliviano. La sentencia pertinente concluyó que existían ciento cincuenta y tres proyectos que, sin ser ejecutados, ya habían sido pagados. La Fiscalía detectó a más de dos mil involucrados en el manejo irregular de los fondos y un daño económico de casi 200 millones de bolivianos. Hubo veinticuatro arrestados y casi trescientos investigados. Muchos de ellos eran colaboradores de Evo Morales. Éste último, sorprendentemente, se libró de las acusaciones y sentencias.
El despilfarro y la ostentación. En el año 2014 Evo Morales decidió invertir treinta y seis millones de dólares en la construcción de una nueva sede para el Gobierno de Bolivia y cuya inversión debía interpretarse como un símbolo de fuerza, capacidad, altura y esperanza para el pueblo. No fue el gasto el único epicentro de la polémica. En julio de 2017, esa construcción, que cuenta hasta con un helipuerto, generó un caluroso enfrentamiento dialéctico entre el expresidente Carlos de Mesa (2003-2005) y el entonces vicepresidente, García Linera. Para Mesa, esa construcción era, en palabras textuales, un verdadero engendro que afectaba a la imagen arquitectónica de la sede de gobierno. García Linera respondió acusando al expresidente de aferrarse a una estética republicana, racista, clasista y excluyente.
La subyugación del Ejército. Músicos y compositores de la unidad del Ejército compusieron un himno para rendir honores a Evo Morales y reconocer su lucha por la liberación económica, política y social del país. En este caso, el escándalo se produjo cuando el diario El Deber se hizo eco de un mensaje que ya circulaba por redes y que aseguraba que la décima división del Ejército de Bolivia iba a imponer, a partir del 30 de mayo de 2016, la obligación de que todas las unidades militares de esa jurisdicción tendrían que entonar el himno.
El derribo del Código Penal. Como consecuencia de las numerosas protestas que durante semanas encabezaron diferentes sectores, entre ellos los médicos, Evo Morales respondió de manera totalitaria a esas reacciones, anunciando la derogación completa del Código Penal y asegurándose, de ese modo, la posibilidad de sancionar con penas de cárcel la mala praxis médica.
El terrorismo. En julio de este año, la Fiscalía boliviana imputó a Evo Morales por delitos de terrorismo y de financiación del mismo, pidiendo su detención preventiva. A día de hoy cae sobre Morales, que permanece refugiado en Argentina, la acusación de impulsar desde su exilio las revueltas callejeras que se produjeron los días sucesivos a su huida de Bolivia.
Los escándalos sexuales. También en el verano de este año saltó a los medios de comunicación una acusación para Evo Morales de enorme impacto: la denuncia de haber mantenido una relación pedófila con una joven, que empezó cuando ésta aún no había cumplido la mayoría de edad y tenía sólo catorce años.
El de Evo Morales fue un mandato largo, excesivo y plagado de ambiciones, mentiras y corrupción. Los ejemplos citados bastan para refrendar esa opinión. Aunque hubo otros: la masacre del hotel Las Américas en Santa Cruz, la de Pando, la de Chaparina, el frustrado intento de construir una carretera por el Tipnis, el último fraude electoral…
Por todo ello, el paso de Evo Morales podría definirse como un abismo infinito entre el discurso y la práctica, entre lo que parecía que iba a ser y lo que finalmente fue, entre las promesas electorales y la cruda realidad y entre la escandalosa corrupción y su sorprendente impunidad.
Bolivia no es la única que padece el peso del poder castrochavista. Algunas otras, como Cuba o Venezuela, se rigen por poderes, a menudo criminales, que encuentran en la política su arma más valiosa: una careta para llevar a cabo la delincuencia, la corrupción transnacional y, de paso, alzarse con el poder por la fuerza y de facto. Clamorosos son también los casos de Nicaragua o Ecuador, con Rafael Correa a la cabeza. En todas las citadas se pueden identificar las conductas de Fidel Castro, Hugo Chávez, Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Daniel Ortega o Rafael Correa, conocidos también por su delincuencia y malas artes para alcanzar el poder y no soltarlo. (La Gaceta/PAN Noticias).