IN EXTENSO/LA PAZ.- Como traumado por haber perdido el título del a Copa América, se pudo ver un equipo Celeste desprolijo, alejado del gran fùtbol que había mostrado en gran parte del certamen. Contrariamente los canadienses lograron imponer su plan buscando el cotragolpe a la velocidad, que le dio resultado.
Uruguay no tuvo su habitual volumen de juego. Los extremos, Pellistri y Araujo, estuvieron apagados.
Y la pelota le llegó poco a Darwin Núñez. No la pasaba bien, pero arrancó arriba con un zurdazo de Bentancur.
Canadá reaccionó de inmediato y complicó a la Celeste mediante la pelota parada, una faceta de juego en la que el equipo de Bielsa ya se había mostrado frágil en la semifinal contra Colombia. Tras un cabezazo de Bombito, quien le ganó muy bien de arriba a Giménez, Koné selló la igualdad. Y pudo haberse ido a los camarines en ventaja si Oluwasey hubiese concretado el gol.
Los canadienses, que serán uno de los anfitriones del Mundial de 2026, no sólo aprobaron el exámen en esta Copa América, sino que además demostraron que pueden ser competitivos ante rivales de clase A.
El estadounidente Jesse Marsch armó un equipo que se caracteriza por defender en bloque alto. Un conjunto muy físico, intenso, que por momentos hace sentir el rigor. Y que cuenta con extremos picantes como Ahmed y Shaffelburg, los encargados de abastecer al centrodelantero Oluwaseyi. El problema del equipo es la falta de eficacia: genera situaciones producto de buenas combinaciones, pero le falta efectividad.
Así lo reflejan las estadísticas: convirtió apenas cuatro goles en los seis partidos que disputó en la competencia.
Tras quedar eliminado en la semifinal contra Argentina (0-2). Marsch decidió guardar a algunas piezas fundamentales del equipo: Alphonso Davies, capitán de su selección que juega en el Bayern Munich, arrancó en el banco. También fueron suplentes otros jugadores importantes como David, goleador del Lille, el arquero Crépeau, y el defesor Cornelius. Más allá de las ausencias, la estructura del equipo no se resintió demasiado.
Los celestes reaccionaron en el complemento con los cambios realizados, que refrescaron al equipo. David asestó un golpe que puso ser letal al sellar el segundo de Canadá, pero Suárez le dio vida a la Celeste en la agonía. Y en los penales Bielsa se desahogó con todo. PAN Noticias y Agencias.