IN EXTENSO.- Entre los árbitros, jugadores y técnicos son habituales los practicas del “corralito” que perjudican al buen desarrolló del fútbol y que nada tienen que ver con este entretenimiento y aparentemente son instruidas para presionar o confundir a los jueces en los cotejos de la División Profesional del fútbol bolivianos, más conocido como “corralito”.
Parece inocente la presión que ejercen los futbolistas a los jueces en el campo de juego. Pero observando videos de los partidos del torneo doméstico Apertura y algunos del pasado año, el actuar de los futbolistas no son nada inocentes y hemos logrado determinar el objetivo de hacerle el “corralito” a los árbitros nacionales, analizand su actitud de los futbolistas que en apariencia son “santos” callados, santos tranquilos, santos que no infieren malas palabras, menos escupitajos y casi cero faltas o agresiones. En incluso se piensa que por ser un excelente jugador hay que dejar pasar y dejar hacer o utilizar esa pequeña fama para presionar en la cancha a los jueces para que se equivoquen a favor de unos de los clubes.
TRES TIPOS DE “CORRALITOS” HACEN A LOS ÁRBITROS
Si parece un cuento, pero descubrimos que existen tres tipos de “corralitos” para confundir a los árbitros: el primero en tratar de confundir en alguna falta fuerte y evitar la sanción como una tarjeta roja y de pronto tratar de “santificarse”, cuando el futbolista torpe va con mala intención y lo acorralan al juez para evitar la expulsión por lo general en medio de insultos, versiones inventadas, mentiras, mañuderías e incluso gritan ante las exageraciones del infractor y su actitud no es nada honesta de los futbolistas ni del uno y menos del otro equipo.
La segunda se trata de los famosos “piscinazos”, gran parte es para engañar al árbitro y que se equivoque la cobrar un penal y donde también se hace otro “corralito” también en medio de insultos y explicaciones convenencieras a favor de su club, también lo mismo sucede cuando hay algún tiro libre cerca del arco.
Un tercero, vienen de los entrenador del club y los suplentes que son expertos para hacer los “corralitos” bien para perder tiempo por lo general e incluso les vale tarjeta amarilla y le discuten al cuarto árbitro y no es casual, ya que tienen mañosas formas de interrumpir el juego: invadiendo en el campo, juego arrojado otra bola a la cancha o mejor tiran objetos al campo de juego.
Algo peor insultar al cuarto árbitro y al juez central. Lo que enerva a los hinchas es arrojarse en el césped para hacer perder o ganar tiempo, como desee interpretarlo.
Los que demuestra que los futbolistas, entrenador, dirigentes incluso no actúan lealmente con el fútbol y menos con el espectáculo con tal de ganar un partido de cualquier forma.
Está claro que ningún arbitraje será el mejor, ya que los actores son los que provocan que el árbitro de equivoque al margen que como humano ya los tiene.
¿HAY ARBITRAJE PERFECTO?
Algunos dicen que no hay arbitraje perfecto y es verdad. Prueba de ello es que el partido dirigido por los chilenos hace poco, los jugadores fueron unas “monjas” y dieron continuidad incluso al espectáculo, Los futbolistas no protestaron de nada, no había bocones, los técnicos ni siquiera tomaron sus aguas y estuvieron en silencio, el espectáculo fue mejor y se jugó mucho fútbol ¿por qué? pues el panorama había cambiado, pues los chilenos nada tenían que perder y menos ganar para sacar la roja.
Pero tampoco los jueces bolivianos nada tienen que perder o ganar, el problema lo crean como verán ahora, los mismos futbolistas que ya no respetan a los jueces y los ningunean. Lo que justifica que los árbitros deben ser más drásticos con algunas actitudes de los jugadores, sin interesar de que club es.
EXTRANJEROS MAÑUDOS
Luego de analizar varias escenas de los partidos y el actuar de los futbolistas, entre los más mañudos son los jugadores argentinos, en especial los delanteros, luego colombianos, ecuatorianos, bolivianos, y siguen otros en menor número, pero en ese orden, pues tras ver los partidos del torneo Apertura y de pasado año, los datos muestran ese actuar desleal al fútbol.
E incluso algunos jugadores ya son visibles en su actitud en perder el tiempo en su arco, al provocarse alguna falta para que reaccione el rival o pierda el control en su actitud para disminuirlo en el juego por la bronca (ojo no estamos dando nombres por respeto a los jugadores), Pero en esta investigación hemos identificado o fichado si quiere de este tipo de futbolistas y claro con nombre y apellido, pero el objetivo no es revelar nombres, pero los tenemos registrados e incluso se repiten o cambian de clubes y siguen con la misma actitud, pero lo general son los jugadores veteranos extranjeros.
MAÑUDOS
En el fondo existen un grupo de jugadores en el fútbol boliviano que juegan en los clubes que son “mañudos o avivadas” buscando engañar al árbitro y de ahí vienen los arbitrajes erróneos, porque no les gusta perder y es ganar a cualquier costo. De ahí también es que no tenemos un fútbol de calidad y nos movemos en la mediocridad para abajo, además de ser lentos por la vejez de jugadores contratados.
Pero hay una extra en esto de los “corralitos” se trata de las barras que tratan de aterrorizar a los jueces con petardos, gases o arrojando objetos al rival o quizás al árbitro. Lo que quiere decir que los jueces están en constante peligro durante los 90 minutos de juego.
El juez debe controlar a 22 personas, y donde en muchos casos con poca instrucción de los jugadores, que aprenden a la rápida engañar a los árbitros y eso es instrucción en muchos casos por los entrenadores.
¿IMPROVISADOS?
Pero estos tres tipos de “corralitos” tienen daños colaterales, pero está claro que no son improvisados: futbol lento, pésimos espectáculos, no actúan lealmente en el juego, no juegan los 90 minutos y como PAN mide el Tiempo Neto de Fútbol jugado (*TNF) pues gran parte de los partidos no superan los 45 de 90 minuto en jugar al fútbol.
Pues el resto se consume en perder el tiempo, engañar al árbitro al final el hincha va al estadio a ver otro espectáculo y es el actuar de los futbolistas y de fútbol es una pobreza, se juega pocos minutos, cuando los espectadores pagan por ver 90 minutos de fútbol no de charle, mala educación, agresiones verbales e imposturas.
Así como hay malos árbitros, también hay buenos y equivocarse es parte de algo normal en un ser humano, reconozcamos que también hay malos jugadores en su actitud, aunque sean grandes jugadores.
Todo rollo, concluirá en que los árbitros serán más drásticos con los jugadores “malcriados”, mañudos, teatreros, bocones, saboteadores del tiempo y otras argucias para ganar confundiendo al árbitro que termina acorralados por 22 jugadores, entrenadores, dirigentes e hinchas inconscientes. D´bolea (MDC)