IN EXTENSO.- Aborteros siguen matando bebés en clínicas clandestinas por dinero y no les interesa la vida del feto y menos de las futuras madres que también aceptan ese tipo de procedimientos ilegales en varias ciudades del país, que luego deben superar el trauma psicológico pos aborto incluido el padre.
El tema no es nuevo son varios los centros de aborto que por lo general siempre están disfrazados de una función de salud social e internamente realizan abortos que genera buen dinero, muy posible sean médicos, enfermos, parteras que no tienen escrúpulos como intervenir y “asesinar” a los fetos. Mucho tiene que ver la gestante y su pareja, cuando en realidad le sale mas barato utilizar anticonceptivos como un condón que es barato en el mercado.
Existen varias denuncias del este hecho, hace poco el padre del bebé de una mujer que se habría practicado un aborto, reveló el hecho, por lo que la Policía Nacional intervino en el lugar y esta claro que, “El Ministerio debería intervenir de oficio en el tema, pero será imposible ya que la ministra actual María René Castro Cusicanqui es conocida como proaborto”, según afirma una de las enfermeras del centro de nombre Zulema G. Zapata.
Un informe policial, la clínica improvisada ubicada en la Av. Buenos Aires de la ciudad de La Paz (donde existen varias en condiciones insalubles e ilegales, de acuerdo al informe, una joven de 29 años con 7 meses de embarazo fue llevada hasta este centro por su padre, donde se habría sometido a una cesárea, pero, no salieron con el bebé.
Según el relató se realizó la denuncia por trata y tráfico de personas en búsqueda del bebé desaparecido. Pero en la supuesta clínica se habrían encontrado restos de fetos, por lo que se detallo los hallado para luego elevar ese informe a las autoridades.
Lo raro del asunto, es que no existe el historial médico de la paciente de 29 años que habría dado a luz, ni siquiera la revisión médica y claro peor el nombre del médico que intervino, enfermeras.
La clínica intervenida por presuntos casos de aborto, tiene en este momento a 9 personas, además del médico que habría practicado el aborto, enfermeras, personal administrativo, la joven que dio a luz y su padre.
Según las primeras indagaciones, es todo un grupo de personas que se dedican a este tipo de ilegalidades, puestos estos centros no son precisamente clínicas, sino centros improvisados y “disfrazados” con letreros que dicen control de test de embarazo o inyecciones o quizás como medicina general.
Pues normalmente son los jóvenes que acuden a estos centros que no ofrecen ninguna garantía, ya que realizan este tipo de prácticas en contra la ley.
Pero el dilema no solo queda en deshacerse del feto, por el contrario el mayor problema para la mujer el post trauma proaborto y claro incluye la padre, ya que toda su vida vivirán con el tema en su conciencia. Rc/jl/md/F:rcn