IN EXTENSO.- Un grupo de activistas de los derechos humanos mantiene la vigilia en puertas de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (Apdhb) para garantizar que se devuelva las instalaciones a Amparo Carvajal, su presidenta, en medio de un resguardó policial y el allanamiento ilegal por grupos de masistas que pretender dirigir la Asamblea.
Estiman que recién este lunes darán apertura de la sede de la Asamblea con la presencia de un notario. Hace 50 días la oficina central fue tomada por el bloque que lidera Edgar Salazar que es cuestionado, ya que por detrás tiene una serie de contubernios con la justicia y pretende dar un “golpe” a la Asamblea al trata de tomar la presidencia, cuando nunca fue elegido por los miembros de los derechos humano.
Salazar efectivamente no tiene la moral como para dirigente la Asamblea de los derechos humanos, ya que tienen dos juicios; el primero por negarse a pagar las pensiones de sus hijos y las otra por deuda, aspecto que el mencionado no desea tocar el asunto en los medios. Sin embargo, en los juzgados de Sucre ya se conoce.
Mientras que Amparo, fue una luchadora de derechistas e izquierdistas en tiempo de dictadura y democracia y los allanadores no conocen la historia y menos el irregular Salazar.
“No han sido buenas las noches, ya que estaba en la terraza durante 52 días de vigilia y me sentía engañada, porque pensé que estaba muy, porque no salí de la puerta. Además de que defraudar a la gente, porque dije que no salía mientras no recuperará las instalaciones, pero el usurpador debe pagar los daños”, sostuvo hace poco la activista Carvajal.
“Eso es lo que se ha acordado, tendrían que venir con un notario, con doña Amparo y hacer la inventariación que se ha tenido acá, ese es el acuerdo que se tenía que realizar ayer, sin embargo, no lo han cumplido, por eso estamos esperando hoy”, indicó un representante de una plataforma Iván Melendres.
Como se cómo el cónsul español Guillermo Gil, convenció la noche del sábado, para que Carvajal deje vigilia en la terraza, donde mantuvo una vigilia durante 12 días (total 52) sin servicios básicos en un intento de recuperar el edificio que fue tomado por un grupo paralelo.
En esa oportunidad Carvajal salió acompañada del cónsul general de España en La Paz, Guillermo Gil, con quien sostuvo una marcha charla en medio de llamadas telefónicas y dejó el lugar en el vehículo diplomático.
Los activistas mantienen la vigilia con el fin de garantizar el procedimiento de devolución del edificio a Carvajal, aunque queda pendiente un diálogo contra el abuso del bloque de masistas que dirige Salazar. rc/jl/md/cm