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IN EXTENSO.- En cinco edificios municipales de la ciudad de La Paz empezó el reciclado de bolsas plásticas, materia prima que es utilizada en la fabricación de tableros plastimadera y que a su vez permite la elaboración de muebles escolares, maceteros, bancas para plazas y casitas para mascotas.
“El motivo para reciclar las bolsas de leche, yogurts o jugos es que estos residuos tardan entre 100 a 150 años en degradarse de manera natural. El taller de plastimadera se encarga de reutilizar las bolsas plásticas, proveniente del desayuno escolar y de las ‘islas verdes’, para la fabricación de tableros de plástico y que permite elaborar maceteros, basureros, bancas, sillas entre otros productos”, informó la gerente de la Empresa Municipal de Áreas Verdes Parques y Forestación (Emaverde), Ángela Oropesa.
Los contenedores fueron habilitados en las siguientes instalaciones municipales: Palacio Consistorial, Edificio Tobías, Edificio 10, exBanco del Estado y Vivero de Aranjuez. Este último se encuentra en el ingreso a Mallasa, lado parque Bartolina Sisa.
“La experiencia pionera en la elaboración de madera plástica nació de la necesidad de disminuir la cantidad de desechos que contaminan el medioambiente, es por esa razón que Emaverde se ha constituido en la primera experiencia de transformación de plástico reciclado en el país desde 2014, gracias a diferentes entidades cooperantes para el funcionamiento del taller de plastimadera”, informó la gerenta de Emaverde, Ángela Oropesa.
Explicó que desde 2014 hasta la fecha se reciclaron 135.000 kilos de bolsas plásticas. La fabricación de plastimadera es promover el uso de las buenas prácticas ambientales y la economía circular con el reciclaje que coopera al medioambiente en la disminución de basura que se genera a diario; otro aspecto positivo de convertir una bolsa plástica en plastimadera es preservar los árboles.
Oropesa explicó el procedimiento de la obtención de plastimadera. Después de dejar secar las bolsas plásticas durante dos días para eliminar los residuos líquidos y garantizar así su futura compactación, se prepara el molde de los tableros, que tienen una medida de 2,50 de largo por 1,20 metros de ancho, y se incluye papel al fondo para que el plástico no se quede pegado a la base al ser fundido en el horno, donde pasa un par de horas a una temperatura de 200 grados. Luego, la sustancia resultante pasa por una prensa hidráulica que la comprime y le da rigidez. Tras secar entre 30 y 45 minutos, salen unos tableros que tienen un espesor de 20 milímetros.
“Para la elaboración de cada tablero se requiere 60 kilos de bolsas plásticas”, informó el jefe de producción y transporte de Emaverde, Hugo Lamas, quien destacó que este material tiene una mayor dureza y resistencia que la madera, es impermeable, evita que le entren termitas y su tiempo de vida útil, si uno lo cuida, es “hasta que el plástico se degrade”.
Lamas invitó a la población a sumarse a la campaña ambiental de reciclaje que el viernes (20) fue lanzado. Informó que esta campaña está dirigida a promover conciencia ambiental mediante el reciclaje en instalaciones municipales, para que tanto funcionarios como la población pueda depositar sus bolsas plásticas en los contenedores instalados en dependencias municipales. (panbolivia.net) 24/5/22, La Paz