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Inextenso (panbolivia.net-WordPress) mayo 10 de 2022, La Paz.- La prensa muere cuando los periodistas escriben para sus jefes políticos y se olvidan de sus lectores, es la frase que se ajusta a este nuevo tiempo, donde algunos periodistas por convicción política desarrollan un periodismo partidista en diferentes medios de comunicación en contra de los bolivianos
Con este contexto deseamos felicitar a los periodistas en Bolivia por el Día del Periodista, pues esta profesion es una forma de vida, demanda muchos sacrificios, pero también innumerables satisfacciones.
El periodismo, sin duda alguna, es una labor noble, honesta y responsable, que puede aportar mucho a la sociedad y transformar realidades en democracia.
El periodismo va más allá de egos, de querer ser protagonista, de avergonzar públicamente y con mala intención a alguien, o peor aún, ser portavoz y mantener defensas oficiosas de instituciones. Este último punto que describo no le corresponde a un periodista, en todo caso tendría que cambiar de trabajo y convertirse en relacionista público de la institución que defiende, eso demostraría más honestidad.
Es verdad, que a veces se comparten criterio e ideologías con ciertas instituciones u organizaciones, sin embargo, por regla general, nos corresponde CUESTIONAR todo lo que nos digan, porque no existen verdades absolutas.
El periodismo es una labor noble, que ayuda al fortalecimiento de la democracia de un país, aporta para develar lo que se quiere mantener oculto, o bien para hacer público un caso que permita la respuesta del Estado y esta es la frazon que los periodistas exigen que el gobierno y los legisladores den accceso a la información del estado en ministerios y en el manejo del estado como tal, ya que actualmente en Bolivia no se sabe de cómo se maneja los bienes de los bolivianos.
«El periodismo siempre debe estar del lado de la ciudadanía, no de intereses personales, o de otras instancias que buscan sus propios beneficios y utilizan a periodistas como canal para difundir sus mensajes, o manipular la verdad».
Diego Enrique Osorno, titula en su libro “Este libro no es una fosa común” “Fue Ture Svanberg el que me enseñó el oficio de periodista. Solía decir que había dos tipos de escritores. Uno es el tipo que cava la tierra en busca de la verdad. Está abajo en el hoyo echando la tierra hacia arriba. Pero encima de él hay otro hombre devolviendo la tierra abajo. Él también es periodista. Entre ambos siempre hay un duelo. La lucha de fuerza del tercer poder del Estado por el dominio que nunca acaba. Tienes periodistas que quieren contar y descubrir. Tienes otros que ejecutan los recados del poder y contribuyen a ocultar lo que realmente está ocurriendo”.
Agrega: “Los hombres del poder siempre tienen empresas de limpieza y funerarias simbólicas. Hay cantidad de periodistas que no dudarían en vender sus almas por ejecutar sus recados. Volver a tapar la tierra. Enterrar los escándalos. Elevar las apariencias a verdades, garantizar la ilusión de la sociedad limpia” (Henning Mankell, La falsa pista).
Más de 30 años de ejercer periodismo y por eso quise escribir este texto de reflexión, quizás, personal, sobre la forma de ejercer periodismo en Bolivia y la urgencia de cambiar vicios que nos dañan públicamente en el ejercicio de esta noble profesión que en todo caso debe ser libre, caso contrario se convierte en una farsa.
Felicidades Colegas!!!
