Transcurrieron más de 3 horas de música y danza, la lluvia que cayó sobre la plaza Villarroel en Miraflores no logró ahuyentar a cientos de familias que se dieron cita a la Serenata Navideña: Melodías de Paz y Reconciliación y que disfrutarán de la primera versión de este concierto organizado por la comuna paceña el pasado sábado.
El estallido de fuegos artificiales acompañó las alegres notas de temas como Jingle Bell, el villancico más emblemático de las fiestas, interpretado por la Big Band Bolivia, con la sorpresa de los asistentes que, a través de la grabación de sus celulares, no querían perder nada del espectáculo.
Desde el pasado lunes se inició el montaje del escenario más ambicioso del año, a cargo de la Secretaría Municipal de Culturas. Este sábado, miles de personas apreciaron un equipo de iluminación móvil que se colgó a 18 metros de altura, alumbrando un escenario cargado de más de 200 metros de pantallas LED, 40 metros de longitud y 12 metros de profundidad, montado en cuatro niveles, con 25 metros de boca de escenario y un equipo de sonido de última generación.
El espectáculo fue totalmente en vivo. Durante la prueba de sonido personas de todas las edades ya se daban cita y se apostaban en las butacas para disfrutar de una noche de compartimiento familiar y espíritu cien por ciento navideño. El show comenzó al promediar las 18:30 con la Banda Municipal Eduardo Caba sobre el escenario.
Luego de las palabras de bienvenida a cargo del presentador Juan Carlos Arana y el actor Jimy Gira, los niños del Coro Goretti iniciaron una velada llena de amor y reconciliación en vísperas de la Navidad.
La Orquesta Sinfónica Nacional, conformada por más de 22 músicos en escenario, continuó el programa con la presentación de una selección de 13 piezas, varias de ellas emblemáticos villancicos internacionales como “Noche de Paz” y Blanca Navidad.
El Ballet Cidebol representó el nacimiento de Jesús en un humilde pesebre y “transportó” a los espectadores a vivir la Navidad en otras regiones del país como Sucre y Tarija, donde se adora al niñito con el baile.
A continuación, con más de 20 músicos en escena, la orquesta Criolla Música de Maestros presentó también una selección de villancicos; esta vez de origen nativo, que incluyó piezas como “Niño Crespachito” y el “Villancico de Cavour”. Varias piezas fueron “adornadas” con la cadencia de la Compañía Nacional de Danza (Conadanz) y el Ballet Cidebol. La lluvia también acompañó a ambas orquestas, sin embrago los asistentes no dejaron sus lugares y se aprovisionaron de paraguas y ponchillos.
Al promediar las 21:30 la lluvia cesó para dar la bienvenida a la Big Band Bolivia, el conjunto encargado de cerrar con broche de oro la velada con icónicas canciones navideñas en ritmo de jazz. El alcalde de La Paz, Iván Arias, presentó el número, sin dejar de destacar la visión del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz de innovar en espectáculos sin precedentes.
“Así es nuestra idea, revitalizar la cuidad, poner a La Paz en movimiento, no usar los lugares tradicionales, buscar nuevos espacios”. Con estas palabras culminó una noche cuyo propósito fue llenar los corazones de los paceños con paz y reconciliación. (rc/ba/amn)