In extenso (panbolivia.com) La Paz, 14 de febrero 2019.- El 14 de febrero de 1879 se posesionaron las tropas chilenas en territorio boliviano y el robo había comenzado hasta arrebatar su salida al mar y luego un chasqui fue quien trajo la noticia a La Paz de la invasión chilena, tardando cinco días, y llegó el 25 y al día siguiente Bolivia se preparaba para defender la explotación incluso de las empresas salitreras inglesas.
Hilarión Daza, presidente de Bolivia en esos años, informó a al país sobre la agresión que sufrían los bolivianos y ordenó tomar los recaudos necesarios para la defensa del mar. Desmitificando de esta manera la versión de que Daza prefirió festejar los carnavales y no enfrentar la abusiva usurpación e invasión chilena, ayudados por empresas inglesas que explotaban la región.
Los chilenos invadieron el territorio boliviano y luego declararon la guerra y en textos de los chilenos manipulan esta verdad, por esa razón que las generaciones actuales, no conocen de la historia, cuando deberían saber que Antofagasta, Tocopilla, Mejillones, Cobija, Calama y las otras regiones son de origen boliviano.
EN ANTOFAGASTA
Tropas chilenas invadieron el territorio boliviano el 14 de febrero de 1879 el puerto de Antofagasta, sin previa declaratoria de guerra y menos de arbitraje. Totalmente imprevista, el país tuvo que defender su suelo en condiciones precarias, ya que los chilenos junto a empresarios ingleses se aprovecharon de la situación, con la usurpación chilena del Litoral boliviano y las provincias peruanas de Tarapacá, Tacna y Arica.
El libro Historia de Bolivia, de José de Mesa, Teresa Gisbert y Carlos D. Mesa Gisbert “La invasión se inició unilateralmente el conflicto bélico y al no existir líneas telegráficas en nuestro territorio la noticia llegó a La Paz, por la región de Tacna. El vapor Amazonas llegó al atardecer del 19 de febrero a Tacna, con la noticia, en tanto, el cónsul boliviano Manuel Granier escribió una carta al Presidente y la envió con el chasqui Gregorio Collque (Goyo) que hizo el máximo esfuerzo y cubrió la distancia a La Paz en cinco días. El 25 de ese mes le entregó la carta a Hilarión Daza y el 26, el Gobierno boliviano hizo una proclama a la nación comunicando la agresión y estableciendo los aprestos para la defensa”
Para el colmo, una inclemente sequía en 1878, provocó un casi total desabastecimiento en los mercados de consumo, hambruna, peste y los muertos día a días aumentaban.
Sin declaración de una guerra, la forzada confrontación terminaría con la apropiación de 400 km de costa y 120 mil km2 de territorio. Atacama, una región boliviana inhóspita, se convirtió en el motivo del conflicto en el siglo XIX porque guardaba la mayor riqueza del mundo de guano y salitre y muy cotizado en esa época.
En 1878, un año antes de la invasión, una ley boliviana había dispuesto cobrar 10 centavos por cada quintal de salitre exportado, lo que de plano fue rechazado por la Compañía de Salitres Antofagasta, consorcio chileno–británico.
Ese fue el motivo que Chile encontró para invadir el puerto de Antofagasta. Las tropas se apoderaron de las minas de plata de Caracoles y los depósitos de guano de Mejillones.
Luego el presidente chileno Manuel Bulnes creó la “provincia chilena de Atacama”, que colindaba con el desierto boliviano de Atacama, con el propósito de confundir nombres y soberanías. El Gobierno de Bolivia reclamó sin éxito.
Entre 1846 y 1847, empresas chilenas se instalaron en alrededores de Mejillones y explotaron guano clandestinamente. En 1857, la corbeta chilena Esmeralda se apoderó de Mejillones, lo que obligó a Bolivia a pedir explicaciones e incluso arbitraje internacional, sin éxito. (rc/md)