In extenso (panbolivia.com) La Paz.- La basura de la ciudad de La Paz se ha convertido en el gran negocio, ya que para su tratamiento cuenta con ingresos fijos en el mes y que son cobrados con el servicio eléctrico a más de un millón de personas y luego transferidos al municipio paceño para que disponga del dinero, contratando el servicio de recojo y tratamiento.
Es una labor de todos los días, la ciudad mueve a decenas de barrenderos, siendo la primera fase de la limpieza y luego llega el acopio de ingentes cantidades de basura que son recogidas en las calles, avenidas, ríos, jardineras, baños públicos, empresas privadas, públicas, hospitales y otras, que generan miles de toneladas de basura.
Luego del recojo en camiones o volquetas están son depositadas en la zona de Alpacoma por el momento y donde la basura es clasificada y enterrada. Sin embargo, cada proceso que se realiza es pagado y existe el dinero suficiente como para que la basura tenga el tratamiento adecuado, contrariamente los paceños aun no tienen el hábito de clasificar la basura como papeles o cartón por un lado, por otro plásticos, y finalmente orgánicos. Algunos con tal mala intención que incluso botan escombros.
UNA NUEVA LEY
El municipio paceño o quizás los legisladores del país, deberían emitir una ley para que las empresas de refrescos en sachet o botellas de plásticos deberían obligar a reciclar sus envases y colocar basureros en la ciudad y quizás en colegios y recintos públicos.
Además, en esa norma, eliminar la fabricación de bolsas negras de plástico y otras de uso común entre los ciudadanos y otras urbes para evitar taponear el alcantarillado, degradación de la tierra y contaminación de los ríos.
NO IMPROVISAR
Pero La Paz como ciudad no tiene espacio para enterrar su propia basura, entonces tiene que recurrir a los municipios aledaños como Palca, Mecapaca, Achocalla u otros para trasladar la basura y procesarla, aunque para realizar ese trabajo no existen empresas serias con la maquinaria necesaria, pues simplemente son “empresas” improvisadas, sociedades accidentales, grupos de profesionales o caso contrario alianzas estratégicas que no tienen la maquinaria suficiente para optimizar la labor.
Prueba de lo que se dice, es que la licitación que lanzó la alcaldía públicamente será beneficiada a este tipo de grupos que por lo general no tienen recursos económicos y hacen dinero con los mismos recursos que les entregan con la concesión del servicio. Entonces estas empresas limitadas terminan haciendo una pobre gestión en su labor, ya que no tienen el suficiente capital de arranque como para encarar cualquier imprevisto.
La licitación de basura para su tratamiento, tendrá que reflejar de cuánto capital tiene la empresa que se encargara de procesar de manera moderna la basura y no se cometa el error de hacer un “compadrerío” y beneficiar a amigos, sociedades “oscuras” y camuflados de empresas, cuando no lo son y con proyectos que pueden copiarse del exterior y adecuarlos.
EN BUSCA DE UN TERRENO
Por ejemplo, el municipio paceño espera recibir ofertas para la compra de un terreno y servicios para la implementación justamente del nuevo relleno sanitario temporal.
La misma está dirigida a empresas y personas naturales para que vendan a la Alcaldía un terreno donde se habilite el relleno. El segundo invita a las empresas a operar el relleno temporal, en el terreno que el Gobierno Municipal consiga. Y finalmente, a través del tercer requerimiento se invita a las empresas a ofertar el servicio de operación y el terreno.
El terreno deberá contar con 10 hectáreas y estar a un kilómetro de distancia de los lugares donde existen asentamientos.
También es importante que el lugar se encuentre a tres kilómetros alejado del aeropuerto y alejado de cualquier cuerpo de agua como lagunas y ríos, con una distancia mínima de 500 metros, según los requerimientos publicados.
Se prevé que este relleno funcionará por un lapso de dos años, mientras se lleve adelante el proyecto de industrialización de los residuos sólidos y que tendría alcance metropolitano, y claro esto es lo óptimo, luego del cierre del relleno sanitario de Alpacoma, tras el deslizamiento que se presentó el 15 de enero de una de las macroceldas y por recomendación de expertos internacionales y autoridades nacionales y que llegado el momento fue también un sabotaje de los masistas a los paceños de la ciudad, es el caso del alcalde de Achocalla Dámaso Ninaja y la “trucha” Fejuve del masista Jesús Vera.
NO EN CANALES Y RIOS
Pese a estas soluciones inmediatas, pues los ciudadanos, especialmente de las laderas botan basura en los canales de ríos, taponeando de esta manera el embovedado del río Tacagua de la zona Niño Kollo (Cotahuma) con llantas, maderas y otros objetos
Se sacaron del sector neumáticos, materiales de construcción, que es lo que ha ocasionado que el agua no circule de manera apropiada y se tuvo que efectuar un trabajo extra por parte de la comuna.
El embovedado del río fue obstruidos a causa de la caída de material y la acumulación de basura, causando que las aguas fluyan hacia la superficie vial arrastrando materiales.
Los “malos” vecinos dejaron maderas, llantas y otro tipo de basura, provocando la obstaculización del ingreso de las aguas a la bóveda.
Según un informe de la comuna fueron 20 metros lineales de obstaculización de bóveda, todo porque los vecinos echaron material canal, creyendo que era basurero, aunque lo hicieron con mala intención. (rc/bs).