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Inextenso (panbolivia.com) noviembre 11 de 2021, La Paz.- En el primer día de entrega de la Canasta Escolar, este miércoles 10 de noviembre, padres, madres y abuelitas llegaron a la unidad educativa San Simón de Ayacucho para hacer fila y recoger la canasta escolar de uno, dos y hasta tres hijos, nietos e incluso sobrinos.
“Me parece justo que reciban nuestros hijos por el desayuno escolar que no han recibido durante el año”, dijo Elvertina Condori, una madre de familia y tía, que recogió junto a los estudiantes beneficiados tres canastas escolares de sus dos hijos y un sobrino.
Contó que su sobrino está a su cargo, mientras la madre del menor se encuentra de viaje y quienes además viven con ella y su familia. Agregó que los alimentos serán de mucha ayuda en su hogar, ya que por la pandemia el trabajo eventual de su esposo que es conductor y de ella misma que es artesana, disminuyó y por ello, también redujeron los ingresos a su hogar.
“Por supuesto que es un apoyo para aliviar por lo menos un mes porque ya son grandes y comen también”, dijo esta madre y vecina de la zona de Kalajahuira al referirse a su hijo e hija que cursan el tercero y sexto de secundaria, y su sobrino que está en cuatro de secundaria.
En esta jornada, también recogieron sus canastas escolares otras mamás, padres y abuelitas que madrugaron este miércoles e incluso otras que durmieron en la fila con el afán de ser los primeros en recoger los alimentos.
La señora Rosalía llegó desde Chasquipampa a las 05:00 y con la ayuda de su hija recogió dos canastas escolares, que corresponden a sus dos hijos menores, de 18 y 17 años, y que estudian en la Unidad Educativa San Simón de Ayacucho.
Julio Mamani, tiene a su hija en brazos, y con su esposa se dieron modos para recibir las dos canastas escolares que les pertenece a sus dos hijos, de 11 y siete años, quienes estudian en la Unidad Educativa Vicenta Juaristi Eguino.
“Tuve que pedir permiso en el trabajo, mi señora solita no hubiera podido. Tenemos que organizarnos de una u otra forma, hubiera sido tal vez mejor que se repartiera en los mismos colegios”, sugirió Mamani.
Otro de los papás que hizo fila fue don Román, quien también pidió permiso en su trabajo y durmió en la fila al igual que otras 40 personas, todo con el objetivo de recoger los alimentos que le toca a uno de sus hijos que está en el colegio Ayacucho. “Los alimentos estas excelentes, pero el problema es el trámite. Cada colegio tiene 800 alumnos deberían depositar los alimentos y recoger los alumnos del colegio”, afirmó.
Más temprano, en la fila estaban aún varias abuelitas que por solidaridad son sus hijas fueron a hacer fila. Una de ellas fue una abuelita de 64 años, quien llegó al colegio Ayacucho a las 05:00, y luego su hija llegó con sus dos niñas, una de seis años y otra de un año y medio, para reemplazarla en la fila y recoger una canasta.
“Yo vine porque ella no pudo venir con las dos niñas. El papá trabaja, es militar”, contó la abuelita mientras cuidaba a sus dos nietas, sentada en la grada de una de las casas que se encuentra sobre la calle Indaburo, frente al colegio Ayacucho.
La abuelita Nancy también ayudó a su hija. Ella hizo fila desde las 06:00 para recoger los alimentos que le corresponde a su nieto de tercero de primaria del colegio Vicenta Juaristi Eguino.
Su hija, Carla no pudo llegar temprano ya que debe cuidar a su hija de dos años y a quien tenía cargada en la espalda en un aguayo. La distancia fue otro de los impedimentos, ya que vive en la zona Kenko de El Alto.
“Es de mucha ayuda lo que nos van a entregar. A mí por ejemplo me va a ayudar bastante el arroz, el aceite ya que es esencial para la casa”, dijo esta madre soltera de cuatro hijos. Ella recogerá una canasta más, que le corresponde a su hija de 12 años.
“Yo he venido a hacer fila porque quiero a mis nietos”, dijo Fermina, otra abuelita que llegó a la fila a las 03:30 desde la zona Tacagua, por lo que estaba abrigada y con un gorro de lana. Junto a su hija recogió la canasta de su nieto. “Agradezco mucho porque a la familia popular nos hace falta porque además en esta ocasión que hemos pasado la cuarentena”, agregó.
En el Colegio Ayacucho se organizó dos áreas. Una ubicada en el primer patio, donde los progenitores continuaron su fila sentados en sillas y luego en un ambiente del colegio verificaron sus documentos, donde además se le entrego una boleta con el detalle de la cantidad de canastas que tenían que recoger.
Luego ingresaron al segundo patio. Allí fueron desinfectados y en una de las tres mesas habilitadas recogieron los alimentos. Algunas personas llevaron bolsas, otras unos carritos de dos ruedas para cargar, principalmente, las arrobas de azúcar, arroz y harina. Además, muchas personas contaron con la ayuda de familiares y quienes no tenían ayuda, fueron colaborados por los funcionarios municipales.
“Ahora el apoyo más importante es a la canasta familiar”, aseguró Agustín, un trabajador de la maestranza municipal, donde se refacciona el mobiliario escolar y dependiente de la Dirección de Educación, y que en esta jornada trabajó incansablemente en el traslado de los productos junto a otros 10 de sus compañeros.
La entrega de la canasta escolar comenzó este miércoles a los estudiantes de las unidades educativas del macrodistrito Centro y que se extenderá hasta el domingo 14. Se cuenta con cuatro puntos de distribución: la Unidad Educativa San Simón de Ayacucho, ubicado en la calle Yanacocha; Unidad Educativa La Paz, de la calle Campero a unos pasos de El Prado; Piloto Naciones Unidas, de la avenida Brasil en Miraflores y frente al Hospital Obrero, y la Unidad Educativa Brasil de la avenida Montes. (rc/bs/amn)