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In extenso (panbolivia.com) abril 3 de 2020, La Paz-Bolivia.- La mayoría de los bolivianos realizan filas larguísimas en las puertas de los bancos para cobrar la canasta familiar de 400 bolivianos destinado a los sectores de escasos recursos para apaliar el receso de trabajo obligado por la enfermedad del Coronavirus, además de la especulación de precios en alimentos y el sabotaje de grupos reducidos de masistas que intentan “romper” la medida de restricciones en la población.
Largas filas se pueden observar en medio de la intolerancia de algunos ciudadanos que protestan de todo y nada, debido a la urgencia de cobrar el dinero en los bancos, designado por el gobierno de la presidente Jeanine Añez a los sectores de escaso recursos con la suma de 400 bolivianos, sumados a un bono dignidad de 350 bolivianos.
Los bancos trabajan tan solo hasta cierta hora como se han establecido en el mundo, la excepción no es Bolivia, pero que la desesperación genera una serie de protestas, cuando se tiene 90 días para cobrarlo, tal cual dijo el ministro de economía José Luís Parada Rivero.
Pero lo más grave es que las personas beneficiadas muy a propósito se exponen al contagio, ya que una forma de presionar a las autoridades tanto del banco como del gobierno para que atiendan sin límites de horario, es no utilizar barbijos como parte de su protección personal y que es su obligación hacerlo.
No es en el único país, en Argentina ocurre lo mismo y anunciaron que en caso de contagiarse es una decisión de cada persona y ya no del estado, porque cumplió al advertirles y el peor riesgo en ambos países es que extiendan el virus en el resto de los habitantes.
ESPECULACIÓN
Con gran criterio el municipio y de manera rápida dispuso la venta de productos alimentarios como verduras y otros a la comercialización directa en los barrios con mercados móviles que en cierta forma pretende mantener los precios ante la dura especulación de los revendedores de estos productos de la canasta familiar, que afecta a la economía de todas las familias de cualquier condición.
El tomate la libra en 8 bolivianos, la cebolla 25 unidades en 20 bolivianos, el kilo de carne de pollo esta en 18 y 20 bolivianos. En su mayoría de los productos subieron entre 2 y cinco bolivianos más.
Ahora, claro uno dirá no es nada, pero cuando se trata de la compra de varios productos el tono cambia y la economía de los hogares se ven afectados, cuando en realidad no existe escasez de productos por el contrario hay una regularidad de abastecimiento, pero que esta siendo aprovechado por revendedores y que tampoco desean que los productores vendan cerca del mercado del barrio.
La fruta ni que decir, estos productos se dispararon como la papaya que ya es un lujo arriba de 15 bolivianos (mediano), los plátanos, manzana, frutilla, naranja y el limón y no es que hay subido son vendedoras inescrupulosas que elevaron los precios, sin razón alguna.
SABOTAJE
Hay otro sector reducido, por cierto, se trata de masistas que se dan a la tarea de sabotear las medidas del actual gobierno para cuidar la salud de la mayoría de los ciudadanos.
Enseñados hacen correr versiones mentirosas en las redes sociales, insultando, difamando, tergiversando la realidad, Otros no cumplen las medidas de la Cuarentena Total vigente que los bolivianos obedecen y los seguidores de esa fracción política, tienen el criterio ignorante de que la pandemia es un invento del gobierno Jeanine Añez, saliendo a las calles y pretendiendo realizar sus actividades normales como cualquier otro día, exponiéndose al contagio y algo peor a sus familias. Es el caso de la zona de Río Seco en El Alto, donde existe una oposición de afrenta a los sistemas de seguridad como la policía y militares.
En la ciudad de Cochabamba, pequeños sectores se dan a la tarea de marchar en plena cuarentena de salud, desafiando a las autoridades en una actitud política, pues según se sabe los guías del MAS, dieron la orden de crear el caso entre la ciudadanía para generar una crisis social.
Mientras que, en Santa Cruz, pese a los horarios establecidos de compra y venta, alargan los horarios a gusto y sabor de personas que siguen la consigna masista de perjudicar al gobierno, cuando en realidad están a punto de desaparecer como movimiento por la pobre gestión que realizaron en los servicios de salud de la población que hoy se ve afectada por la pésima administración de inversión en hospitales que efectuó la gestión de Evo Morales.
Estos sabotajes son evidentes por parte de los masistas, enajenándose contra el resto de los ciudadanos que están preocupados por el futuro del país y su economía.
La mayoría de los bolivianos tiene la seguridad de superar la pandemia del Coronavirus y que en el saldo sean poco los contagiados y muertos. En tanto los “políticos” del MAS hacen todo lo contrario, critican, sabotean, insultan, difaman, mienten y dicen las cosas al revés como sus representantes en la cámara de diputados y senadores, que como nunca fuera de ser una ayuda para el país son un perjuicio para los bolivianos. rc/mdc