D´BOLEA.- Tres barras de clubes son identificadas como de alto riesgo de los clubes que participan en los dos torneos del fútbol bolivianos se trata de Oriente Petrolero y Blooming de la ciudad de Santa Cruz y la de Wilstermann, estos durante este año han provocado juna serie de conflictos en las graderías de los estadios y fuera de ellos y nos muestra la degeneración de pequeños grupos, bajo el argumento de que su equipo “nunca debe perder” y que nada tiene que ver con este hermoso deporte como es el fútbol que es un entretenimiento con sus resultados.
Y esta claro que no les gusta que su club pierda en los partidos oficiales, lo que en cierta forma provoca el disgustó de los hinchas y que van más allá, ya que se vuelven delincuenciales, cuando agreden a las personas o futbolistas, sin motivo alguno o por rabia que nada tendría que ver con los resultados como una derrota, empate o finalmente un triunfo, que son propias de una competencia deportiva en todas las disciplinas, pues resulta que para saber ganar hay que saber perder o si quiere al revés.
Pero estas tres barras, durante esta gestión y antes de ella, se convierten en todo un problema para la policía, veamos; por un lado, estos grupos son fomentados por los mismos clubes, quizás en su organización nada, pero si en fomentar y que esté vigentes y mucho tienen que ver los dirigentes de fútbol.
La mayoría de ellos ni siquiera son socios del club, simplemente “porristas” en grupo o motivadores del juego, otros le dicen “alentadores” al final le llamaron barras o hinchas del fútbol, pues los dirigentes les dan dádivas, buscan el apoyo de esos grupos cuando están en elecciones, les regalan entradas o bien a menos costo cuando juegan de locales y cuando van la interior buscan tengan otros beneficios.
Esto ha provocado que tengan ciertos “derechos infundados” de agredir al rival en el campo de juego como hace poco ocurrió los hinchas de Oriente Petrolero que anda de “capa caída”, porque está mal en juego de fútbol y no es la culpa de terceros el asunto, es simplemente que los dirigentes se equivocaron de realizar en la elección de buenos jugadores y si son jóvenes los resultado tardan y son viejos no rinden, son contratados bien por economía, intercambio de futbolistas entre clubes o algún padrino que pone a algún futbolistas y no es que no reciban dinero los clubes, las reciben, pero es muy probable como que en la mayoría de los casos los dirigentes malgastan en lo personal.
Contratar jugadores es como una “ruleta rusa”, pues los observan a los jugadores y los contratan y un ex dirigente de Bolívar que ya nos dejó Javier Ortuño, dijo “hay que tener buen ojo para descubrir talentos y armar un equipo y colocar las piezas perfectas para que funcione en el equipo”.
Los hinchas o más que eso “fanáticos” ya que estos son irracionales y lo que generan problemas con petardos, colocar la luz laser a la cara del arquero o jugadores, arrojar botellas, agredirse entre barras como ocurrió en la ciudad de La Paz, entre bolivaristas y stronguistas o algún otro club del interior del país.
Estas últimas barras, quizás sean la menos peligrosas, pero las del interior ya son un peligro, ya no respetan a los policías, ya que ingresan a los campos de juego ebrios o “drogados” para causar una serie de conflictos si es que su equipo no gana, y no solo exponen a los jugadores, sino a los árbitros, espectadores ciudadanos que van al estadio con otros criterios el de ver un espectáculo y ya.
Recordemos que el fútbol es un simple entretenimiento del humano y donde se compite por ganar, perder, empatar, son las opciones que hay no “siempre se gana”, es todo y hay que apreciarlo y que también causa rabia, broncas, contracciones, enojos por supuesto, pero lo bueno que tienes otras revanchas en el futuro.
Nuestro fútbol de los clubes todavía es mediocre y de viejos y que a muchos no les afecta ganar, perder, empatar, la mayoría de los extranjeros vienen hacer dinero con el club donde juegan por eso cobran en dólares, ni siquiera cobran en bolivianos, cosa que es ilegal, pero lo hacen, no pagan impuestos al país y ese dinero se llevan a sus países y los clubes permiten eso, cuando deberían descontar los impuestos como a todo bolivianos y no ganan poco, ganan en la mayoría de los casos miles de dólares.
En otras palabras. los futbolistas de los todos los clubes en Bolivia no pagan impuestos, cuando deberían hacerlo.
Contextualizamos este panorama para que los de la “barra de rayados” tomen en cuenta estos aspectos a la hora de agredir y pensar equivocadamente que su club toda la vida debe ganar sin importar como.
Esto sucedió y hace poco en el partido entre Oriente Petrolero-Wilstermann en Santa Cruz, cuando los hinchas arrojaron petardos contra la humanidad de jugadores, árbitros e incluso civiles, sin importar de la desgracia que podían ocasionar, en un acto que fácilmente se puede calificar de delincuencial.
Los policías decían “hemos revisado a esos hinchas uno por uno y no sabemos de cómo metieron petardos a las graderías” y claro se dieron modos, lo contrario es que la policía no puede gasificar en masa en un ambiente cerrado en caso de conflicto y se limita a ver de quiénes generan esos conflictos para luego ser detenidos.
Pero lo irónico fue cuando dos jugadores fueron a la parte donde están los hinchas para calmarlos y con ademanes, les “pone huevos y moja la camiseta” claramente se pudo dar esa lectura, pero claro no entienden que siempre hay un club mejor que su equipo y sea de local o visitante, una de las posibilidades es que pierda. rc/cm/md/panbolivia.net/La Paz.